Opinión

Opiniones

Mejor dicho, el poder de los medios de comunicación. O sea, los periódicos. Hace tiempo, recuerdo haber leído de una encuesta sobre lo primero que lee el público en general cuando compra un periódico incluido los que se leen cuando van por su ‘cafelito’ mañanero en la hora de descanso del puesto de trabajo. Los hombres van al sector de deportes que conllevan un porcentaje muy elevado de futbol y las mujeres a las esquelas por si ha fallecido algún conocido para consultar la hora del funeral. Esto fue hace muchos años antes de la democracia que introdujo un nuevo capítulo llamado ‘política’. En este caso depende de la ideología de cada uno. Hay periódicos para todos los gustos. Me refiero a los nacionales que son generalmente de derechas o de izquierdas. A los de las autonomías depende. Porque los de más tirada tienen su sector local, o sea orientados a los ayuntamientos y su área metropolitana. Esta era la norma hasta el final del siglo pasado. Aunque hasta cierto punto el periódico impreso sigue igual, ciertos cambios comenzaron con el nuevo milenio. Llego la introducción de la prensa ‘on line’ y las redes sociales. Este nuevo conjunto de informar a la sociedad se ha convertido en un método de manipulación de la verdad dependiendo del poder del sector de tal forma que está cambiando la manera de ‘pensar’ de la gente y naturalmente de formar una opinión sobre la noticia. Ha aparecido lo que los anglosajones llaman el ‘Fake News’ y curiosamente fue el famoso Nazi Goebbels en el régimen de Hitler, más conocido como el ministro de la Propaganda que manipuló el pensamiento de la sociedad alemana a principios de los años 30 que acabo como acabo. El ejemplo más actual es una de las razones por cual comenzó el follón de Brexit. Un personaje, en particular, Mr. Boris Johnson era nada menos que el corresponsal del 'Daily Telegraph', el periódico que se convirtió en ultraderecha, en Bruselas durante más de 17 años y continuamente, junto a su colega manipulador en su propia ‘red social’, el ahora desaparecido Mr. Nigel Farage convencieron a toda la sociedad británica de que Europa era una amenaza económica y política para la libertad del Reino Unido. Mr. Johnson, aparte de haber sido alcalde de Londres es ahora el primer ministro y sigue con su política de siempre acusando a la Unión Europea de todos los males que ahora sufre Gran Bretaña por los efectos ‘desconocidos’ que han salido a la luz después del divorcio. Si volvemos al panorama actual, la manipulación de los medios por parte de políticos, periodistas y otros personajes en las columnas de ‘Opinión’ junto con la proliferación de mensajes a las masas por las redes sociales, especialmente Facebook, Twitter y ahora WhatsApp nos damos cuenta de que la verdad, la verdadera verdad, y perdonen la redundancia no hay madre que lo parió que la pueda descifrar. ¿Pero qué ha pasado en los últimos 3 años? ¡Covid-19! El mundo se ha puesto patas arriba y los que participan en las columnas de opinión se han transformado en especialistas biológicos/as, de enfermedades ocultas, expertos en la sociedad china y un sinfín de temas relacionados. Aquí no acaba. Ahora llego, debido a las catástrofes naturales, nuevamente el cambio climático, calentamiento de la tierra, la polución de los mares y finalmente el avance –nuevamente- del terrorismo islámico. Pero lo más importante de toda esta nota son las opiniones, o sea lo que dicen algunos expertos y los que no tienen ni puñetera idea. El mundo del chismorreo nunca cambia. Hay sabiondos e imbéciles. Hay que saber distinguen cual es cual.

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