Opinión

Kabul y el feminismo

Kabul. El domingo 15 de agosto del 2021, con el control de la capital, los Talibanes asumen al poder en Afganistán. El nuevo presidente provisional es Ashraf Ghani. Lo primero que han introducido son varias reformas institucionales de los cual la más importante será la severa imposición de la ley Sharía con relación a las mujeres. Según un portavoz del gobierno, y aparte del obligatorio uso del burka, son resumidos a continuación. Prohibido: Salir de casa solas, siempre acompañadas por un familiar masculino, comprar o visitar comercios, atención sanitaria limitada (un problema serio), educación vetada, lapidadas por ser infieles, uso de cosméticos, hablar o dar la mano a varones que no son familia, reír en público, usar zapatos de tacón, subir a un taxi, asomarse a balcones o ventanas, segregadas en autobuses aunque estén acompañadas por un familiar varón, publicación de fotos en revistas o medios, es más, aparecer en la televisión. 
Todas estas normas demuestran la determinación del gobierno de prohibirles completamente la libertad comparado con los que disfrutan las mujeres en muchos otros países musulmanes. Como dicen en tantas obras de televisión, pasemos a ‘Seis meses antes’, y cambiemos de tema. ¡Exactamente el 8 de marzo! Es la fecha en el que el mundo democrático y civilizado celebro el ‘Día Internacional de la Mujer’. Todo comenzó en Copenhague en 1910 con la propuesta de las mujeres socialistas en Holanda de luchar por los derechos de la mujer trabajadora. Ya en 1972, la Asamblea General de la Naciones Unidas, en su declaración 3010, declaró a 1975 ‘Año internacional de la mujer.’ Ahora pasemos a España en el año 2020 y a la famosa marcha ese día conmemorativo, justo antes de que estallara la desastrosa pandemia del COVID-19. Todos sabemos lo que le ocurrió a cientos de miles de las mujeres que se contagiaron con el virus. Ahora pasemos a la política. El nuevo gobierno con Pedro Sánchez como presidente comenzó el 2 de junio del 2018. 
Desde el comienzo, el Sr Sánchez declaró que el futuro sería de un gobierno feminista y progresista. Pronto comenzaron una serie de leyes no solo para impulsar la igualdad entre hombres y mujeres, pero ir más allá para erradicar todo tipo de discriminación hacia la mujer. Algunos ejemplos como el acoso sexual, la violencia machista, la discriminación en los puestos de trabajo, aunque siguen sin ser perfectas están ahora bien protegidas por la ley. Un hombre cruzaría una línea roja por decirle un piropo públicamente a una mujer desconocida y se encontraría, en menos de que cante un gallo, ante un juez. España es pues, uno de los países del mundo en que los derechos de la mujer son de los más privilegiados. Pero la situación que ahora ‘reina’ en Afganistán ha hecho resaltar ferozmente, la tremenda brecha que siempre ha existido de falta de libertad femenina a cambio del dominio del hombre en el mundo musulmán. 
En otras religiones, el católico, el judío, el hindú, para dar ejemplos también existen ciertas reglas de las relaciones entre una mujer y un hombre. Pero en general no son tan dictatoriales. Uno de los cónyuges o compañero/a puede renunciar a su religión para comenzar la relación. Pero volvamos por un momento a la política actual en España con respeto a la religión. ¿Es laico, ateo o qué? ¿Existe una discriminación enmascarada hacia la iglesia católica, especialmente económica, mientras que la musulmana, con su impositiva ley Sharía por encima de la civil, se le permite libertades ilimitadas? Por último ¿Habrá manifestaciones masivas por los grupos feministas por la situación en Afganistán? Lo dejo ahí.

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