Opinión

Juegos sindicales -1958

En mi nota de la semana pasada sobre las Olimpiadas en París de 1924 en donde mencione mi participación en los Juegos Sindicales en Madrid en el año 1958 unos amigos me preguntaron sobre los mismos, más que nada porque era la época de la dictadura y lo de ‘sindicales’ no cuadraba. Cuando el Cable Ingles me destinó a Vigo en 1957, era joven y no sabía nada de la historia contemporánea de España salvo que hubo una Guerra Civil y que ahora lo gobernaba un señor que se llamaba Franco y estaba en Madrid. No soy ingénuo y sé que el país estaba bajo un régimen dictatorial, pero al haber nacido y vivido en Argentina de los años 40/50 del siglo pasado bajo Juan Domingo Perón, estaba ya acostumbrado. Pero a lo que voy. Ya establecido en la Cidade Fermosa –Dubái II– pronto me hice amigo de muchos jóvenes gallegos y al ser deportista traté de fomentar el rugby además de introducirme en el atletismo local. 

No tardé mucho en organizar partidos, el primero contra un barco de la Royal Navy y luego la de la Universidad de Santiago. Al comenzar el año siguiente, uno de los del rugby, recuerdo que se llamaba ‘Pepito el fortachón’ me pregunto si quería participar en unas mini-olimpiadas en Madrid que el Caudillo estaba organizando para conmemorar el 1 de mayo, ‘día del trabajador’. Se llamaban ‘Juegos Sindicales’. Dije que no era gallego ni español y me contesto de que no importaba. ‘Te llamas Jaime Skinner Fernández y te inventamos un oficio.’ Así me fui, con otros 30 atletas representando la Provincia de Pontevedra en un viaje de 17 horas llegando directamente a las 10 de la mañana en el enorme Club de Campo de Madrid. Como expliqué, el primer día fracasé en las eliminatorias de los 100 metros al estar agotado. Esa noche nos hospedamos en un hostal llamado ‘Mieres’ en algún lugar céntrico de Madrid. Al día siguiente me di cuenta de que este hotelillo también era un pequeño prostíbulo. Dos prostitutas, supongo rezagadas de la noche anterior, al ver semejante grupo de jóvenes ofrecieron su servicio gratis. Volviendo a los juegos. Comenzaban el miércoles 23 de abril y finalizaban el jueves 1 de mayo con una gran ceremonia de entrega de premios por el mismísimo General Francisco Franco. Como el director del Cable Ingles, el famoso Mr. Mann me había otorgado permiso hasta domingo 27 de abril solo pude participar en el salto en longitud y el 4x100 metros. El otro evento de los 200 metros era para la semana siguiente. Como expliqué en mi nota, me gané ambos eventos. La final de los 4x100 era contra las provincias de Madrid (hoy comunidad) y Barcelona. Recuerdo que organicé nuestro equipo para que yo saliera último. Funcionó al sobrepasar a los madrileños y barceloneses, que llevaban ventaja, en la última recta. Al no poder volver con el resto de mis compañeros compré un billete de avión (Juncker 3 motores) para el domingo, pero antes, el sábado, con un grupo de ellos nos fuimos de parranda por Madrid. Recuerdo que estuvimos de vinos y luego en dos, supongo, cabarés disfrutando de bailes y folklore flamenco. Al volver esa noche, estaban grupos de ‘Tunas’ tocando en la Puerta del Sol. Cuando pienso en esa pequeña aventura en Madrid me pregunto, qué hubiera pasado si hubiera ganado los cuatro eventos claves, me presentaba ante el Caudillo a recibirlos y se daba cuenta de que era un fraude. Un ‘inglés’ pasando por gallego. Probablemente me encarcelaban y/o deportaban. Como no pasó nada, aquí sigo. Colorín colorado este cuento se ha acabado. 
 

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