Hoy están registrados 158 bancos en las Islas Caimán, la mayoría son sucursales o subsidiarias de bancos internacionales. Las islas son uno de los centros financieros internacionales punteros del mundo en donde un 80% de más de un trillón de dólares en depósitos son transacciones entre bancos de otros paraísos fiscales, sean bancos nacionales, sucursales o subsidiarias. Todo es legal. Hará cuarenta años - marzo 1971 - cuando el Cable Ingles me traslado a la isla como subdirector de un equipo de ingenieros para la instalación de un cable coaxial submarino que uniría telefónicamente a la isla con Jamaica reemplazando al sistema anticuado por radio que tenía apenas 5 canales de voz. En esa época, la población era de unos 10.000 habitantes, la industria principal era la piscifactoría de tortugas, el turismo, especialmente de USA y un puñado de sucursales de bancos internacionales casi insignificantes, sin embargo, embrionarios con el futuro que se les esperaba. Gran parte de la isla era un enrome criadero de mosquitos.
Un equipo de científicos británicos además de estudiar el fenómeno salía cada dos por tres a fumigar las zonas residenciales. Gran Caimán era la isla principal con otras dos, Caimán Brac y ‘Pequeño’ Caimán. Lacsa, líneas aéreas de Costa Rica y Caimán Airways enlazaban la isla con Miami, Jamaica y San José con los modernos aviones BAC-111, mientras que un antiguo DC3 volaba entre las islas. El ocio consistía en el submarinismo, la vela, los distintos bares y un cine al aire libre donde acudíamos en nuestros coches a ver cualquier cosa que conseguía el concesionario. Aún no habían llegado hoteles de las cadenas internacionales, aunque Holiday Inn ya había conseguido una licencia posicionándose como la primera en abrir la puerta. El reggae se bailaba en varios sitios, especialmente en los hoteles además de poder tomarse unas copas de ron o cerveza Heineken, esta última importada directamente de Holanda, la única isla del Caribe con licencia directa. Gran parte de los caimanianos fumaba (en inglés) ‘ganja’, mejor conocido como marihuana y la libertad de ‘amor’ era abundante. Pero todo cambio cuando un día apareció el cablero ‘Mercury’ a instalar el último tramo del cable que uniría la isla con Jamaica. Ya habíamos acabado la instalación de todo el equipo electrónico y una vez conectados comenzaba el periodo de pruebas. Por cierto, como la tripulación del cablero era gallega mande un mensaje de que la mujer de uno de los ingenieros en la isla era de Vigo. Al día siguiente recibí 3 botellas de aguardiente. Me había olvidado, mi mujer regentaba una tienda de souvenirs.
Ya listos a ofrecer servicio moderno de telecomunicaciones poco a poco, a partir de ese año 1971 comenzaron a trasladarse y abrir oficinas las empresas financieras dedicadas a paraísos fiscales. Personalmente fui el único ingeniero del proyecto inicial que se quedó como director internacional de operaciones, o sea encargado de las comunicaciones y vi como día a día aumentaban vertiginosamente. Llegado el momento, y con mucha pena mi mujer y yo nos marchamos de la isla en 1974.
Todo había cambiado y se veía venir el futuro de un paraíso fiscal que hoy es entre los mas famosos del mundo. Recuerdo la película ‘La Tapadera’ - 1993 - con Tom Cruise y Gene Hackman en donde se percibe perfectamente la nueva isla, totalmente moderna, con más de 60000 habitantes y para colmo, 5 campos de golf. Por lo menos puedo presumir de haber sido uno de los primeros en transformar la isla en lo que es hoy.
Un equipo de científicos británicos además de estudiar el fenómeno salía cada dos por tres a fumigar las zonas residenciales. Gran Caimán era la isla principal con otras dos, Caimán Brac y ‘Pequeño’ Caimán. Lacsa, líneas aéreas de Costa Rica y Caimán Airways enlazaban la isla con Miami, Jamaica y San José con los modernos aviones BAC-111, mientras que un antiguo DC3 volaba entre las islas. El ocio consistía en el submarinismo, la vela, los distintos bares y un cine al aire libre donde acudíamos en nuestros coches a ver cualquier cosa que conseguía el concesionario. Aún no habían llegado hoteles de las cadenas internacionales, aunque Holiday Inn ya había conseguido una licencia posicionándose como la primera en abrir la puerta. El reggae se bailaba en varios sitios, especialmente en los hoteles además de poder tomarse unas copas de ron o cerveza Heineken, esta última importada directamente de Holanda, la única isla del Caribe con licencia directa. Gran parte de los caimanianos fumaba (en inglés) ‘ganja’, mejor conocido como marihuana y la libertad de ‘amor’ era abundante. Pero todo cambio cuando un día apareció el cablero ‘Mercury’ a instalar el último tramo del cable que uniría la isla con Jamaica. Ya habíamos acabado la instalación de todo el equipo electrónico y una vez conectados comenzaba el periodo de pruebas. Por cierto, como la tripulación del cablero era gallega mande un mensaje de que la mujer de uno de los ingenieros en la isla era de Vigo. Al día siguiente recibí 3 botellas de aguardiente. Me había olvidado, mi mujer regentaba una tienda de souvenirs.
Ya listos a ofrecer servicio moderno de telecomunicaciones poco a poco, a partir de ese año 1971 comenzaron a trasladarse y abrir oficinas las empresas financieras dedicadas a paraísos fiscales. Personalmente fui el único ingeniero del proyecto inicial que se quedó como director internacional de operaciones, o sea encargado de las comunicaciones y vi como día a día aumentaban vertiginosamente. Llegado el momento, y con mucha pena mi mujer y yo nos marchamos de la isla en 1974.
Todo había cambiado y se veía venir el futuro de un paraíso fiscal que hoy es entre los mas famosos del mundo. Recuerdo la película ‘La Tapadera’ - 1993 - con Tom Cruise y Gene Hackman en donde se percibe perfectamente la nueva isla, totalmente moderna, con más de 60000 habitantes y para colmo, 5 campos de golf. Por lo menos puedo presumir de haber sido uno de los primeros en transformar la isla en lo que es hoy.
