Opinión

Día de la Raza

Cuando era un chaval en el colegio en Buenos Aires, recuerdo que celebrábamos el 12 de octubre como el ‘Día la Raza’, o sea cuando Cristóbal Colon supuestamente descubrió América. Resulta que en el 2010 los porteños lo cambiaron al ‘Dia del respeto a la diversidad cultural’.  Pero ha causado un efecto secundario. Quizás por eso, y por razones que no entiendo, ahora todo el mundo ha decidió retroceder al pasado y condenar a Colon como un asesino que llego a América a machacar a los nativos de esas tierras lejanas. Comienzan a destruir estatuas y otros emblemas del navegante -que no se sabe si era portugués, italiano o español- como otro ejemplo de una especie de ‘Memoria Histórica’ que invade al planeta. Primero Méjico y ahora USA se han unido en la eufórica campaña. ¿Pero nos hemos vuelto locos? Si indagamos en la historia real, ya existían luchas y guerras entre distintos grupos de indígenas, no solo en América, pero en otras partes del mundo que fueron descubiertos e invadido por los países europeos que eran se supone, más avanzados y por un variopinto de razones desde el lucro a la ideología de las religiones. 
La gran película ‘La Misión’ demuestra la sinrazón de las diferencias de la iglesia católica en los españoles y los portugueses en el siglo XVIII. ¿Quién pago el pato? Los pobres indígenas guaraníes del norte de Argentina y sur de Paraguay. Sin ir más lejos del país de los gauchos, la 7ª de Caballería en USA, después de la Guerra Civil, avanzo hacia el oeste para conquistar -léase aniquilar- a toda cuanta tribu de indígenas encontraba por el camino. La famosa película ‘Bailando con Lobos’ de Kevin Costner lo cuenta muy bien. Sin embargo, resulta que en este caso los Sioux también tenían a sus enemigos en los de la tribu Paune. Es solo un pequeño ejemplo ya que la película ‘Conquista del Oeste’ del año 1962 es más amplia y describe como realmente fue conquistada, poco a poco, durante décadas y por todo tipo de aventureros en busca de lucro. Mientras esto ocurría en América, los británicos, los alemanes, los franceses y holandeses se apoderaron de otras zonas del mundo desde África a Oriente Medio y lejano. La India es un claro ejemplo dominado por la Reina Victoria, pero sin sus guerras particulares, especialmente contra la secta asesina de la diosa Kali que a su vez aterrorizaba a los propios hindúes. 
La conquista de la independencia fue pacifica, gracias a la ‘Guerra de la Sal’, de Mahatma Gandi que luego fue asesinado por un fanático hindú de ultraderecha. Volviendo a África los británicos estuvieron en guerra en Kenia contra los Mau Mau, mientras que en Sudáfrica la horrenda ley del Apartheid condeno a los sudafricanos a todo tipo de esclavitud interna liberados por fin, décadas mas tarde por el famoso líder Nelson Mandela. Todas las guerras desde la época de Adán y Eva son horrendas que demuestran el lado oscuro del ser humano. Hoy existen conflictos bélicos de todo tipo y en gran número de países del mundo. Los que ocurrieron hace siglos fueron más bien de conquistas de lo desconocido. La era gloriosa de los romanos dejó un legado reconocido por todos los historiadores. Es un gran ejemplo. Volvamos al prólogo de esta nota que es reconocer la historia de la humanidad. ¿Debemos conservar lo que ocurrió o erradicarlo por completo? Existen dos ejemplos. El museo del Holocausto en Auschwitz por un lado y la ‘Ley de la Memoria Histórica’ española por el otro.

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