Opinión

Británicos en Europa

La semana que viene, concretamente el jueves 15 se cumple el plazo que ha dado el gobierno de Boris Johnson del Reino Unido para llegar a un acuerdo, o no para marcharse definitivamente el 1 de enero del 2021 de la Unión Europea. Desgraciadamente el Covid-19 ha llegado para echar un balde de agua ‘caliente’ a todo este puñetero proceso que comenzó el 23 de junio del 2016 cuando este mismísimo elemento que ahora manda en Inglaterra, junto con Nigel Farage, su colega borrachín, exdiputado de la Unión Europea comenzaron la campaña hace más de 20 años. ¡Si delecto/a leyente/a! Estos dos energúmenos pusieron en marcha el criminal ataque -a base de mentiras- contra la Comisión Europea que culminará sin duda, en un verdadero desastre en menos de 3 meses. 

Pero a lo que voy. ¿Qué pasara con alrededor del millón y medio de británicos que residen, trabajan o están jubilados -la mayoría en España- en la Unión si la supuesta ‘madre patria’ no llega a un acuerdo y manda, como he mencionado cientos de veces, a un continente de más de 400 millones de ciudadanos a freír churros? Salvo un puñado de ellos que estuvieron a favor del divorcio, la mayoría nos sentimos británicos y europeos a la vez. A lo que voy. Las estadísticas indican que unos 600.000 británicos pululan por este país y naturalmente hay un poco de todo. La mayoría son propietarios de una vivienda, primera o segunda, da lo mismo pero los que están registrados como residentes son mucho menos y están divididos entre jubilados (pensiones del Reino Unido) -unos 70.000- y trabajadores asalariados o autónomos. Lo primero que afectara a todos los residentes es la necesidad de registrarse, si no lo han hecho, con las autoridades españolas, léase empadronamiento y Seguridad Social, en especial, la sanidad pública. Otro detalle será le emisión nuevamente de un carné de identidad (TIE) -el documento para todos los extranjeros en España- o bien continuar con una especie de certificado de residencia que fue introducido en el año 2007 cuando se abolió dicho carné que era solo para los residentes de la UE. O sea, el año que viene, los británicos tienen la opción. En mi caso personal decidí solicitar este carné, aunque reunir toda la documentación y pagar la tasa fue una verdadera pesadilla. Pero valió la pena. Los británicos, al no tener carné nuestra identidad es el pasaporte. El resto de los europeos, ejemplo alemanes u holandeses, usan el carné de su país. Pasemos a la sanidad pública. Lo primero que ocurrirá es la anulación del acuerdo entre el ‘National Health’ -la SS británica- y la Seguridad Social española. Esto quiere decir que los residentes que no han contribuido a la española tendrán que contratar un seguro médico privado o uno que ofrece la SS española. El problema es que, si son mayores de 65 años perderán los beneficios de descuento en los medicamentos. En mi caso personal también soy un pensionista español y este problema no me afecta. Lo siguiente será el cese del privilegio de poder votar en las elecciones municipales y europeas incluido ser parte del consejo de administración de un municipio.

Finalmente, la puntilla ha sido la demanda por parte de la banca británica de suspender todas las cuentas bancarias en el Reino Unido de los no residentes. Miles de ellos que viven aquí que tienen sus pensiones pagadas y tendrán que hacer otro arreglo. Con tal de que los depósitos estén declarados al fisco español no infringen en la ley de este país.

Te puede interesar