Opinión

Gas natural, buena energía

De todos los combustibles fósiles el gas natural es el que tiene menor impacto medioambiental de todos los utilizados, y ocurre en todas sus etapas de extracción, elaboración y transporte, como en la fase de utilización. Es utilizado en la céntrales de ciclo combinado en la generación de energía o coexistencia de dos ciclos termodinámicos en un mismo sistema, uno cuyo fluido de trabajo es un gas que entra en combustión o quema, y otro cuyo fluido de trabajo es vapor de agua a presión que ha generado la combustión. España produjo 68.138 gigavatios hora (GWh) de electricidad a través de los ciclos combinados de gas en 2022, lo que supone un incremento de su aportación al mix del 53%, según la Red Española de Electricidad (REE). Tengamos en cuenta que su consumo se incrementa con las calefacciones, el consumo en las cocinas de restaurantes y cafeterías, y en la industria. Es por lo tanto el más consumido en España.

Cuando se haga el tan esperado ‘Plan Energético’ habrá que tenerlo en cuenta, supera en muchos aspectos a las renovables por las que parece que hemos apostado, lo mismo que varios países de la UE y recomendadas por Bruselas. Algunas de las ventajas son:  El gas natural ha reducido el CO2 2 veces más, necesita 370 veces menos suelo, se necesitan 13 veces menos minerales para construir una central, es 1,6 veces más fiable, produce menos desechos y contaminación del aire, tiene una vida útil 2 veces más larga, promueve la seguridad energética (en España tenemos gas para muchos años, en la península y el Atlántico cercano a las Canarias), cuesta menos la transmisión de la energía a donde la necesitan, ha costado a hasta el día de hoy 48 veces menos que las energías que se quieren implementar.

Obviamente tiene varias desventajas, lo que expulsa a la atmósfera es más dañino que el diésel y la gasolina en cuanto a lo que se denomina efecto invernadero (gracias al cual la vida en la Tierra es posible), a kilo que tenemos que añadir en azufre, que vuelve a nosotros cómo lluvia ácida. No tiene olor, pero es tóxico e inflamable. Las muertes causadas por falta de medidas de precaución han sido bastante. El porcentaje sobre su uso es muy pequeño, como he dicho antes se utiliza no sólo para producir energía, sino también en la industria, en los hogares, restaurantes, y bares.

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