Opinión

Puigdemont advierte a Sánchez que se ande con cuidado

Lo que se acaba de ver en el Parlamento Europeo coincidiendo con el debate inicial sobre la amnistía en el Congreso refleja la situación surrealista en que se encuentra la política, el Estado y la sociedad española. Que un fugado de la justicia advierta en su cara al presidente del país del que huyó, y que quiso quebrar, que éste se ande con cuidado si no cumple lo pactado para que los suyos lo colocaran en el cargo, resume por si solo el momento en que vivimos. En Estrasburgo, el que prometiera traerlo ante los jueces se dedicó a defender la condición entre otras que le impuso el fugado para llevarlo a la Moncloa, la amnistía. Y al mismo tiempo, la portavoz de Junts en el Congreso de los Diputados lanzaba un ataque concreto, determinado y con nombres y apellidos contra los jueces que han cumplido con su deber y aplicado la ley. Están envalentonados por la impunidad impuesta y por el modo en que Pedro Sánchez les ha rendido el Estado.
En Madrid, lo más relevante del primer debate sobre la amnistía no han sido los conocidos argumentos a favor y en contra, nada nuevo al respecto, sino otras cosas que se dijeron y otros acuerdos que se han tomado en el Congreso, aparte de iniciar el trámite de la ley que dejará impunes diversos delitos comunes que, por otro lado, siguen, al menos por ahora en el Código Penal. De esta nueva fase se desprenden dos hechos de enorme trascendencia, la aprobación de las tres comisiones de investigación parlamentarias pactadas por el PSOE y sus consocios Junts y ERC, para indagar la conducta de los jueces que han actuado en los hechos derivados del procès, y las manifestaciones de ERC y Bildu, de que esto no es más que el inicio de una reconfiguración del Estado.
Sánchez en Estrasburgo largó un discurso en defensa de su gobierno y sus consocios,  para frenar a la ultraderecha y de paso, como quiera que el líder del Partido Popular Europeo, Manfred Weber, hubiera llevado la amnistía a la Eurocámara porque "preocupa en Europa", el presidente español aprovechó la ocasión  para decirle si se siente cómodo colaborando con el riesgo de que avance la extrema derecha, pero tuvo que soportar que Puigdemont le haya afeado no poner todo su empeño e influencia para introducir el uso del catalán en las instituciones europeas. Puigdemont le advirtió que no estaba satisfecho y que se cuide de otros fallos con respecto a lo suyo.  
Miriam Nogueras, trazó la hoja de ruta y realizó, con nombres y apellidos el acta de acusación de los jueces que deben ser investigados, lo que ha provocado un primer efecto. El ministro de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes tuvo que suspender la reunión prevista con el presidente del Tribunal Supremo, Francisco Marín Castán, para abordar la situación de este órgano judicial por el bloqueo del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) que tiene graves repercusiones en el sistema general de la administración ordinaria de Justicia. Pero ante las acusaciones de la señora Nogueras, la reunión fue cancelada. De este modo, se agrava todavía más la situación de las relaciones del aparato de la Justicia con el Gobierno. El presidente del Supremo ha dicho que los ataques a los jueces desde la tribuna del Congreso no tiene precedentes. Pero al PNV le parece excelente.
Míriam Nogueras, acusó directamente, sin que la presidenta del Congreso hiciera observación alguna sobre su pertinencia, con nombres y apellidos a jueces a quienes imputó “la politización de la Justicia. Sobre el “Lawfare” a investigar, dentro del paquete del pacto entre Puigdemont y Sánchez, y que incluye entre los sospechosos magistrado instructor del 'procés' en el Supremo, Llarena u otros reputados jueces, en tanto el ministro Bolaños defendiera tímidamente la honorabilidad de los jueces, sin que la presidenta del Congreso abriera la boca, cuando Nogueras dijo que los acusados son “personas indecentes”. La portavoz de Bildu, Mertxe Aizpurua, quien, al elogiar la amnistía, dijo que era el primer paso para la construcción del “estado plurinacional” y el portavoz de ERC, Rufián, que la amnistía es ya batalla y cosa ganada. Ahora viene la segunda parte. Para el independentismo que representa este hijo de andaluces, ahora no se trata de aquélla, sino de la independencia: "La ley puede gustar muy poco, puede gustar mucho o regular, pero es una ley aprobada por la inmensa mayoría de este hemiciclo. Esto es de primer de democracia. En Cataluña estamos preparados para ganar o perder un referéndum. ¿Lo están ustedes?". Queda claro.

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