Opinión

La derrota de Sánchez ¿camino para reconstruir el PSOE?

Es una evidencia conocida que dentro del Partido Socialista hay destacados militantes, ex diputados y cargos diversos que opinan –y hasta desean- que Pedro Sánchez pierda las elecciones como camino para librarse de él y lo que llaman “reconstruir” el PSOE con el talante y principios que le dieron sus fundadores y quienes elaboraron su doctrina y principios, tantas veces pervertidos, según entienden, desde que se hizo con el partido su actual secretario general y sus ad láteres. Y eso opinan personajes tan diversos como el ex alcalde de A Coruña y ex embajador en Roma, Paco Vázquez, al ex presidente de la Comunidad de Madrid, Joaquín Leguina, que es quien lo expresa de modo más elocuente, y que hasta ha dedicado un libro al asunto, de modo especialmente crítico con Sánchez. Esta posición se manifiesta desde la perspectiva de la derrota de hoy abriría el camino del mañana, de un PSOE fuerte, unido, sin el “cesarismo” de Sánchez, capaz de volver a recuperar la hegemonía en el ánimo de los españoles en su conjunto. Pero Sánchez tiene una fiel parroquia que lo arropa, de suerte que las voces discrepantes no pasan, por ahora, dentro del partido, de manifestaciones en los periódicos y poco más.  Es un hecho llamativo, por otro lado que en el PSOE, hay cada vez más cargos públicos sin otro oficio que la política o los puestos que el propio partido les proporciona. 
El Artículo 2 de los Estatutos del PSOE lo definen como “una organización política de la clase trabajadora” y con frecuencia se exhibe el pensamiento de Pablo Iglesias, el fundador, indicando que la adhesión de las masas se consigue con buenos ejemplos. ¿Cómo es posible que tantos de sus dirigentes no tengan oficio conocido ni hayan trabajado en la vida? Su actual vicesecretaria y ex portavoz en el Congreso, Adriana Lasta, que va de primera por Asturias, no ha tenido oficio alguno, y cuando le preguntaron por su currínculum dijo que eso pertenecía a su intimidad. Tampoco consta que el actual portavoz, ex lendakari y presidente del Congreso Patxi López haya trabajado en nada, e incluso hubo de corregir su currículum, pues figuraba una ingeniería de la que carecía ¿Qué decir del ministro de Cultura Iceta, otro sin oficio ni título alguno? La lista es interminable ¿Es este partido lo que quisieron que fuera sus fundadores? 
Pedro Sánchez se hizo con el control del partido con enorme astucia, colocando estratégicamente a los suyos en la comisión ejecutiva. Los críticos le achacan haber vaciado las competencias que, entre congresos, debe tener el comité federal, que debería aprobar, avalar, corregir o imponer, como representación colegiada del partido las decisiones que se toman, los acuerdos que se suscriben, los aliados con los que se pacta. Es un decir. Hay un delicioso documento, de los que poseo un ejemplar, titulado “Guía del Agente electoral” que en su día redactó Alfonso Guerra para que fuera el prontuario para las primeras elecciones democráticas de la historia. Tiene plena vigencia, pues aconseja cómo estudiar y responder a los programas y proclamas de los partidos con los que se disputa. Pero, entonces, como era tradición en el PSOE, el enemigo a batir no era sólo la derecha, sino quienes podían disputarle los votos del mismo espacio político, o sean, los comunistas. Y ese reflejo lo manifestaba Pedro Sánchez antes de ser presidente con respecto a Podemos y los independentistas, para luego pactar con ello y tras sus recientes manifestaciones laudatorios, es evidente que el doctor Pedro Sánchez cuenta con ellos para formar otra “mayoría de progreso”, pase lo que pase.
Pero la pregunta es: ¿qué pasaría con el PSOE si Sánchez no gana, si vuelve a precisar de sus aliados variados para seguir en la Moncloa y si, en caso de una nueva derrota se viera forzado a dimitir? Puede ser que, como ya hizo otras veces en que las cosas se salieron mal, escape por la tangente para no dar cuentas a los críticos de su partido, aludiendo a que fue investido en primarias por el partido todo, por lo que no tiene que dar cuentas al comité federal. Se acaba de ver de nuevo que, tras la derrota sufrida en las recientes municipales y autonómicas no se consideró propiamente concernido por el modo en que el rechazo a su persona se trasladó a las urnas. Hay una evidencia que habla, por si sola, del modo en que Sánchez lleva el partido. Recientemente, tras sus contactos con Marruecos, contravino su propio programa electoral con respecto al asunto del Sahara. Entre las competencias pautada del comité federal del PSOE leemos: “Elaborar y aprobar el programa electoral de ámbito estatal”. Además: “Hacer el seguimiento de la labor del Gobierno de la Nación y del desarrollo legislativo” y “Establecer las líneas fundamentales de la política electoral del Partido de acuerdo con las Resoluciones de sus Congresos”. Ya se ve.

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