Opinión

Amnistía y secuelas de los policías lisiados por los violentos del procès

Ahora que CDR, Junts y el resto del separatismo catalán, en el propio Parlament, agita de nuevo la exigencia de amnistía para todos los procesos derivados del llamado “procès”, quiero recordar que ninguno de los dos policías nacionales gallegos, heridos durante los disturbios de Barcelona de octubre de 2019, animados por el entonces presidente de la Generalitat, Torra, agitando la violencia de los CDR, “que aprieten más”, pudieron superar las graves secuelas que les dejó estar en la primera línea de la defensa de la Constitución. En total, en aquellos episodios, fueron heridos 280 policías, acusados luego de “violencia policial” y sufrieron el acoso de esas masas, para las que ahora se pretende total impunidad, y a quienes se arrojaron adoquines y piedras de hasta 20 kilos.

El policía nacional vigués Iván Álvarez tuvo que ser dado de baja en el cuerpo por no haber sido capaz de superar las lesiones que le causaron los defensores de los sediciosos de modo violento, pese al casco, estuvo a punto de ahogarse en su propio vómito, sobrevivió de milagro con graves secuelas funcionales y alternaciones en el cerebro y órganos vitales como consecuencia del golpe que recibió por el impacto de un adoquín; por su parte, el coruñés Angel Hernández, a los 45 años, también ha tenido que aceptar la baja en el cuerpo por su incapacidad física para las funciones policiales. En el caso de Angel Hernández, que sufrió fractura abierta en el brazo derecho, no ha sido posible mejora alguna. Fue objeto de un homenaje por parte de sus compañeros en el coruñés cuartel de Lanzas, el día que fue a firmar su forzada jubilación, quienes le entregaron una bandera de España. ¿Será capaz Sánchez con el concurso de Sumar de conceder la amnistía a quienes destrozaron la vida de estos dos jóvenes y la de otros muchos? ¿Cuál sería su mensaje para ellos?

El abogado de Carles Puigdemont, Gonzalo Boye y del narcotraficante Sito Miñanco, implicado con su cliente en la misma actividad, aparece como elemento negociador busca que el PSOE se avenga a sus pretensiones. Este chileno fue condenado por el secuestro del empresario Emiliano Revilla, y ahora exige la amnistía para los 4.000 “perseguidos por el ‘procès”. En las negociaciones del PSOE y Sumar, ambas por separado, con Junts, Boye considera la mejor vía para solucionar un problema que nunca debería haber llegado a los tribunales. 

Cabe recordar que el independentismo consideró un simple “Tsunami democrátic” la serie de algaradas, asaltos, estragos y manifestaciones violentas, los saqueos y el bloqueo de infraestructuras estratégicas, como el aeropuerto y la estación de Sants, así como la autovía AP-7 y otros nudos y enclaves que dieron lugar a los procesos y responsabilidades que ahora se pretende borrar mediante una Ley de Amnistía como la Ley 46/1977, de 15 de octubre. Dice el chileno que aplicar las leyes vigentes fue en realidad una forma de acoso al independentismo y que para repararlo se deben dejar sin efecto todos los procesos pendientes.

Quizá, ya puestos, Boye también espera resolver otros de sus problemas judiciales, como abogado y socio del narco Sito Miñanco. Está pendiente su propio juicio por las actividades e implicaciones personales en las de su cliente. Se enfrenta a 10 años de cárcel por haber falsificado presuntamente los documentos para que los correos de la droga abonaran por adelantado un cargamento de 3,8 toneladas de cocaína a Galicia a través de una travesía en un buque desde Colombia. El abogado de Puigdemont que exige ahora la amnistía tiene su propio historial delictivo y pudiera ser inhabilitado para el ejercicio de la abogacía si es condenado, con lo que su principal cliente tendría que buscarse otro defensor. Boye fue condenado por su vinculación en el secuestro de Emiliano Revilla en 1988 a 14 años y seis meses de cárcel, de los que sólo cumplió seis. La Audiencia Nacional le impuso una indemnización de 66 millones de pesetas, unos 630.000 euros más intereses, pero sigue sin pagarla.

Este sujeto es uno de los personajes clave en el actual momento de los acercamientos entre Sumar y el PSOE de Sánchez para lograr el apoyo o la abstención para que Sánchez alcance la presidencia. ¿A este precio?

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