Opinión

El virtual plan económico de un presidente con pies de barro

Lo he manifestado en diversas ocasiones últimamente: este país iba pasar de los ERTE a los ERE en breve, con todas las brutales consecuencias laborales y económicas que se derivan de ese contexto. ¿El último ejemplo? Pues el BBVA, el cual prevé un despido colectivo a través de un ERE de, supuestamente, 3.000 empleados directos. Pero no son los únicos, ni muchísimo menos; hay que sumar el ERE también de Caixabank, para más de 7.000 empleados en los próximos días, y el ERE para 1.100 de la cadena H&M, y así podría seguir, lamentablemente, líneas y líneas. Lo preocupante es que, para encarar esta situación, España tiene al frente a un presidente de pies de barro. Pies de barro que son los que representan su errática gestión y su nula credibilidad como gobernante -con una UE que desconfía plenamente en su gestión y el destino final de los fondos europeos, de ahí la auditoría que nos quieren hacer-, y como consecuencia, la espiral económica y laboral  irá a peor en los próximos meses. Y para empeorar aún más las cosas, este Ejecutivo nos quiere machacar con una brutal subida de impuestos y de manera inmediata, empezando por la ya anunciada subida de los impuestos de Patrimonio, Sucesiones y Donaciones, para a continuación seguir ahogando al tejido productivo de este país vía impuesto de sociedades entre muchos otros. Es decir, como no tienen soluciones económicas, ni capacidad de planificación y gestión, pues optan por el camino más fácil: recaudar vía impositiva todo lo que se pueda para intentar tapar los innumerables y enormes errores que han, y siguen, cometiendo en sus políticas económicas y laborales.
Y para rizar el rizo de la enorme desconfianza que genera este gobierno en la Unión Europea, pues ahora se añade lo nunca visto y nunca vivido en casi medio siglo de democracia: que más de 2.500 jueces españoles se hayan dirigido por escrito a la Comisión Europea para Valores y Transparencia, denunciando lo que consideran un "riesgo de violación grave" del Estado de Derecho en nuestro país por las últimas reformas legislativas que a su juicio afectan a la independencia judicial: "Lo que constituye un riesgo claro de violación grave por parte de España de los valores contemplados en el artículo 2 del Tratado de la Unión Europea y, por lo tanto, del propio Derecho de la Unión".
Hasta este punto de degradación democrática hemos llegado en nuestra querida España. Un país donde el presidente del Ejecutivo acusa a la presidenta de la Comunidad de Madrid de falsear los datos de los contagios de esta terrible pandemia, y donde solamente 24 horas después, el propio director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, desmiente rotundamente a Pedro Sánchez, asegurando que: "No creo en absoluto que Madrid esté falseando datos". Un país también donde existen formaciones políticas que hacen campaña colocando en la diana de su radicalismo totalitario la imagen con nombres y apellidos de diversos periodistas y de diferentes medios de comunicación. Pero, ¿a quiénes tenemos a los mandos de España en la peor crisis económica y sanitaria que se recuerda?
La verdad es que ya no me sorprendo de nada, porque a cada episodio esperpéntico y surrealista que vivimos, pues a las pocas horas ya le sucede el siguiente, superando así  toda la infinita ficción que pudiésemos nunca albergar en nuestra mente. Está es la España que nos ha tocado vivir, la de la más pésima, más egocéntrica, más frívola y más estéril clase política jamas conocida. En fin...

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