No exagero ni un ápice al decir que este Gobierno bipartito parece buscar el borrar del mapa económico a autónomos y microempresas. Parece también -y desconozco los motivos- que les molestamos, que les estorbamos, que les incomodamos. ¿Será nuestra libertad?, no sé, en fin. El Banco de España nos dice nítidamente que lo de la recuperación como que aún no, y que los próximos meses van a ser “complicados”. Concretamente ha alertado de que la crisis provocada por la pandemia “está lejos de terminar. La realidad es que no hace falta que nos lo digan, ya que lo vivimos en nuestro día a día con un insoportable aumento de un 44% en el recibo de la luz en el último año. Si a eso sumamos que los carburantes se han incrementado un 23% y que nos van a incrementar exageradamente la cuota en 2022, y que nos van freír a impuestos en los próximos meses para recaudar más -como por ejemplo el pago por circular por las autovías-, pues queda más que justificado la pregunta-titular de esta columna.
Y es que, los costes de la energía, el encarecimiento de las materias primas y los problemas con el transporte y el suministro están impactando ya en los precios con subidas generalizadas que serán mucho más notorias en los próximos meses. Y si sumamos la falta de chips, envases y contenedores que están impactando en la industria como pocas veces se ha visto, pues la subida de prácticamente todo -cesta de la compra incluida-, va ser brutal.
Cambiando de tercio, no puedo ni debo dejar de tomarme con sarcasmo lo del “reequilibrio territorial”, el cual daría para escribir un serial como mínimo. Y no, no les voy a aburrir con un desglose de los virtuales Presupuestos del Estado, o los de nuestra Comunidad, respecto a Ourense. No voy a dar más datos ni estadísticas, simplemente me autopregunto, ¿a qué se dedican los representantes políticos multicolores de nuestra provincia? ¿A defender los intereses y el futuro de los 300.000 paisanos que aquí vivimos? Espero que no contesten afirmativamente, porque no se lo creerían ni ellos mismos. Diputados, senadores y parlamentarios que son totalmente incapaces de mover una coma del argumentario de su partido político, no vaya a ser que se desplacen un poco de la foto y ya les muevan el sitio. ¿Y esos son los que “representan” los intereses de Ourense?, bueno, así nos va.
Me quiero quedar con el recuerdo de quienes hace 40 años pusieron en marcha el Parlamento de Galicia y construyeron conjuntamente nuestro sistema autonómico. Hombres y mujeres que no pensaban en un coche oficial, porque simplemente no los había; que no estaban esperando por sus retribuciones económicas o privilegios del cargo, porque eran pírricos, al igual que los escasos recursos humanos y materiales de los se que disponía en aquella primera etapa. Me quedo con una hornada de políticos que, de manera altruista, contribuyeron con su esfuerzo y aportación a diseñar y desarrollar los parámetros de una Galicia que hoy disfrutamos todos, aunque aún quede la gran asignatura pendiente de la Galicia interior, de la Galicia vaciada. Me quiero quedar con su ejemplo de trabajo, dedicación, entusiasmo, ilusión, inteligencia, y saber estar. ¿De los actuales? ¿De los que solo se preocupan de su plato de lentejas de fin de mes? Pues solo me producen vergüenza ajena y mucha pena por ellos. Pena por ocupar una grandísima responsabilidad y ofrecer cero productividad, y cero retorno a su provincia. Supongo que su conciencia no les perdonará jamás su aberrante ineficiencia e ineficacia en una provincia que los puso ahí para nada, supongo.
Y es que, los costes de la energía, el encarecimiento de las materias primas y los problemas con el transporte y el suministro están impactando ya en los precios con subidas generalizadas que serán mucho más notorias en los próximos meses. Y si sumamos la falta de chips, envases y contenedores que están impactando en la industria como pocas veces se ha visto, pues la subida de prácticamente todo -cesta de la compra incluida-, va ser brutal.
Cambiando de tercio, no puedo ni debo dejar de tomarme con sarcasmo lo del “reequilibrio territorial”, el cual daría para escribir un serial como mínimo. Y no, no les voy a aburrir con un desglose de los virtuales Presupuestos del Estado, o los de nuestra Comunidad, respecto a Ourense. No voy a dar más datos ni estadísticas, simplemente me autopregunto, ¿a qué se dedican los representantes políticos multicolores de nuestra provincia? ¿A defender los intereses y el futuro de los 300.000 paisanos que aquí vivimos? Espero que no contesten afirmativamente, porque no se lo creerían ni ellos mismos. Diputados, senadores y parlamentarios que son totalmente incapaces de mover una coma del argumentario de su partido político, no vaya a ser que se desplacen un poco de la foto y ya les muevan el sitio. ¿Y esos son los que “representan” los intereses de Ourense?, bueno, así nos va.
Me quiero quedar con el recuerdo de quienes hace 40 años pusieron en marcha el Parlamento de Galicia y construyeron conjuntamente nuestro sistema autonómico. Hombres y mujeres que no pensaban en un coche oficial, porque simplemente no los había; que no estaban esperando por sus retribuciones económicas o privilegios del cargo, porque eran pírricos, al igual que los escasos recursos humanos y materiales de los se que disponía en aquella primera etapa. Me quedo con una hornada de políticos que, de manera altruista, contribuyeron con su esfuerzo y aportación a diseñar y desarrollar los parámetros de una Galicia que hoy disfrutamos todos, aunque aún quede la gran asignatura pendiente de la Galicia interior, de la Galicia vaciada. Me quiero quedar con su ejemplo de trabajo, dedicación, entusiasmo, ilusión, inteligencia, y saber estar. ¿De los actuales? ¿De los que solo se preocupan de su plato de lentejas de fin de mes? Pues solo me producen vergüenza ajena y mucha pena por ellos. Pena por ocupar una grandísima responsabilidad y ofrecer cero productividad, y cero retorno a su provincia. Supongo que su conciencia no les perdonará jamás su aberrante ineficiencia e ineficacia en una provincia que los puso ahí para nada, supongo.
