Opinión

En la política, y en los partidos, no hay amigos

Ayuso no es Evita Perón, no lo es. Pero sí es la líder popular más carismática y el activo electoral más importante del PP. Y añado que está en manos de Feijóo que el PP no acabe como la UCD a corto plazo, eso es obvio. Y sigo añadiendo: los Marco Junio Bruto se repiten una y otra vez a lo largo de la historia y siempre con la explosiva mezcla de la erótica del poder y la política. Es difícil discernir cuál es la verdad verdadera de esta guerra de guerrillas que ha ido aconteciendo en el PP en los últimos tiempos, en los cuales la quinta columna ha actuado como el guión de una película de Berlanga. ¿Que todo empezó por un impresionante resultado electoral en la Comunidad de Madrid que “cuestionó” el liderazgo de Pablo Casado?, pues puede ser. ¿Que se fue enquistando con un secretario general ávido de poseer el poder total y absoluto, a la vez que le hacía ver a su presidente la sombra cada vez más alargada de Ayuso y de su jefe de gabinete?, pues entra dentro de lo posible. ¿Que el ir comprobando cómo la presidenta de la Comunidad de Madrid conectaba y empatizaba con un electorado que claramente la prefería a ella como alternativa sólida al Gobierno bipartito social comunista -lo cual ayudó a ir creando un clima prebélico interno-?, pues también. ¿Que los poderes fácticos de este país empezaban a mover ficha porque Casado no les ofrecía ninguna garantía de confianza al ver cómo su liderazgo era frágil y no se consolidaba, sino todo lo contrario?, pues que fue la decisión definitiva de su ocaso. Y como penúltimo capítulo, el detonante fueron unas elecciones autonómicas en Castilla y León en las cuales se acariciaba en un primer momento la mayoría absoluta y se acabó pidiendo la hora para no perderlas... lo cual derivará en un Gobierno con Vox, sí o sí. Una repetición electoral sería un suicidio político para Mañueco y su PP, con lo cual no les queda otra. 

Pero hay más personajes en esta historia y sus nombres no han salido aún a escena y aun tardarán en saberse, no es el momento todavía. Pero sí lo es el de Feijóo, no le queda otra... y no le queda otra al PP. Aunque el trayecto hasta el congreso extraordinario va ser un escarnio y un total y absoluto camino de espinas, que nadie lo dude. Todo en aras de pacificar y unir lo que queda del partido, ésa sería su misión política orgánica única y exclusivamente, ir más allá en su pretensión inicial sería un error para él y para su partido. Creo que no será el candidato frente a Sánchez en unas elecciones generales. Ese destino tiene nombre de mujer... 

La política es muy enrevesada y compleja, y no siempre son los políticos quienes toman las decisiones finales; aunque cueste creerlo, ellos también son utilizados como peones de una partida de ajedrez. Aún nos queda por delante nuevos y desagradables episodios donde la imagen de algunos y algunas quedará hecha añicos. Aún quedan por dimitir de sus cargos fontaneros del tipo “Torrente”, que solo han sido en esta historia pinches de peones, sin más. Y aún quedan episodios nacionales de una guerra en la cual se metieron Teodoro y Casado absurdamente, en una espiral de destrucción como no se había vivido desde la desaparición de UCD. 

Por último me pregunto: ¿y Soraya?, ¿qué estará pensando Soraya?

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