Opinión

Patria, matria ¡Y la tontería nacional!

Pero cuánto tiempo libre deben tener algunos ministros/ministras de este Gobierno bipartito. Debe ser que, como España ya está en la senda de la plena recuperación económica y laboral, y la luz y energía que consumimos están en mínimos históricos y totalmente asequibles para la totalidad de la ciudadanía, sumado a que la pandemia sanitaria ya se ha evaporado, pues nos ponemos a inventar todo tipo de sandeces para entretener al personal. Claro, es que el fútbol ya se acabó y ahora hay que tirar de lo que se pueda, exhumaciones del Valle de los Caídos incluidas, en fin.
Mientras, en la España real -la que trabaja y paga sus impuestos para mantener a esta tropa-, el precio medio de la luz en el mercado mayorista ha alcanzado un nuevo máximo histórico de 110,64 euros por megavatio hora. Es decir, el recibo de la luz en máximos para familias de todo tipo y condición y, por supuesto, para todas las actividades económicas con todo lo que ello conlleva. Pero no pasa nada. Y tampoco se inmuta nuestro eficiente y eficaz Gobierno con una deuda pública desbocada, la cual marcó un nuevo récord histórico al superar los 1,4 billones de euros, según los datos del Banco de España, y que nos sitúa en un volumen de deuda por encima del 125% del PIB.
Pero lo que más me preocupa -después lógicamente de la salud y de esta interminable y repetitiva ola de infecciones- es que la gestión, reparto por comunidades y uso de los fondos europeos se convierta únicamente en un despilfarro incoherente y sin retorno. Si así fuera, y es bastante posible que se produzca, nos iríamos, sin paliativos, al garete total y absoluto. Y no es una simple reflexión, es lo mismo que piensan varios países de la Unión Europea, los cuales manifiestan una desconfianza absoluta hacia el Gobierno de España en la gestión de dichos fondos. Y para ejemplo de ello, las recientes declaraciones del Gobierno holandés, el cual pide supeditar futuros pagos a España a que cumpla los objetivos del plan de recuperación: “No está claro, y hay dudas”, manifiesta.
Iberdrola y sus eólicas marinas en la costa gallega; el futuro del culebrón de Alcoa; la problemática de la térmica de Endesa en As Pontes; las derivaciones del posible cierre o traslado de Ence; la crisis del acero en la industria gallega; los astilleros semiquebrados; los ERE en diferentes entidades financieras; un sector turístico contra las cuerdas; el agroganadero en mínimos y en pérdidas muchas de las explotaciones... En fin, abundantes incógnitas económicas en clave gallega y miles de puestos de trabajo en el aire en los próximos meses, y si a esto sumamos los posibles y negativos efectos una vez finalizados los ERTE y los ceses de actividades de autónomos, pues el reguero de víctimas económicas de estos últimos 18 meses va a ser brutal. Que sirvan como mínimo estos datos para que nuestros gobernantes estatales y autonómicos se percaten de que no tienen ni el más mínimo margen de error en la gestión de los dineros de la UE, ni el más mínimo.
Pero estamos en la segunda quincena de julio, que conjuntamente con la primera de agosto, suponen el solomillo de cualquier descanso estival, por lo que les deseo de corazón a todos ustedes unas buenas vacaciones, en especial a nuestros sanitarios y a todas aquellas personas que de una manera u otra velan por nuestra seguridad y salud.

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