El alquiler de propiedades manda en el mercado de la vivienda en Galicia, aunque eso sí, con un comportamiento asimétrico. Mientras en 65 ayuntamientos se aglutina la mayoría de la oferta y demanda, en el resto, hasta 248 ayuntamientos, las operaciones de compraventa de propiedades o arrendamiento de las mismas, son casi testimoniales. Lo cual evidencia una vez más la Galicia de dos velocidades que se da en tantos indicativos económicos, sociales y demográficos.
Constato que finalmente la vivienda vacacional si ha afectado en este verano a los precios de la vivienda en alquiler, derivando los precios del alquiler al alza y creando tensiones de oferta y demanda en ciudades como Vigo y Santiago principalmente, así como un incremento de precios en estas ciudades y la Marina lucense.
En definitiva, el alquiler está cogiendo velocidad de crucero, tanto en precios como en la presión de la demanda, observación que hago por futuras tensiones o distorsiones en algunas ciudades o zonas que pueden llegar ser un problema en el segundo semestre del 2018. Como solución que las viviendas nuevas y usadas destinadas únicamente al circuito de comercialización de compra venta, se deriven al mercado de arrendamiento para cubrir la presión de la demanda y contribuir a enfriar los precios, que de media en algunas zonas se han elevado un 12% en solo un cuatrimestre debido al impacto que ha tenido la regulación de la vivienda vacacional en el mercado general. El mercado de la vivienda está repuntando nítidamente, pero a distinta velocidad que el incremento salarial o la renta per cápita de las familias y esto es lo que me preocupa y para muestra los datos recientes del IPC: El índice de precios de consumo se situó en agosto en el 1,6% interanual, una décima por encima de julio, que fue del 1,5% según los datos del Instituto Nacional de Estadística. De esta forma, ya son 12 meses consecutivos de encarecimiento. Y con un crecimiento que sigue en una línea más moderada que a comienzos de año, cuando la inflación se disparó al 3% interanual. Por lo que respecta a la evolución mensual, los precios subieron el 0,2% con respecto a julio. En cuanto al índice de precios de consumo armonizado el indicador se situó en agosto en el 2% interanual, tres décimas más que en julio.
En conclusión, nunca llueve a gusto de todos, pero dicho esto cuando detectamos disfunciones en los comportamientos de los mercados que pueden afectar a las economías medias familiares, pues creo que algo deberían hacer después de tantos errores económicos y sociales cometidos.