El Concello de Vigo abrió ayer el pabellón de O Berbés para que duerman 20 personas sin techo. En total hay 38 camas por lo que todavía hay capacidad para más, pero si no llegara el alcalde Abel Caballero avanzó que se preparará otro pabellón más.
Caballero aseguró que "el Concello de Vigo no va dejar a nadie sin atender. Llevamos dos semanas atendiendo a toda la ciudadanía y preocupados por las personas", señaló.
En total el Concello tiene acogidas a 100 personas ya en los dos albergues de la ciudad (el municipal y de la Santa Cruz en Teis), así como en hostales y pensiones.
En O Berbés las personas sin techo tendrán no solo una cama para dormir, sino también zona de duchas y se les entregará desayuno, comida y cena. Un equipo de 20 personas estará al cargo de la instalación.
Siguiendo las instrucciones del Gobierno central, se dividió el centro deportivo en cinco zonas diferenciadas. Así, hay una zona de recepción individual para identificación de usuarios, donde se les informará de las normas de confinamento y de convivencia. Además, si les entrega un kit de higiene y se les dará paso a la zona obligatoria de ducha. Aquí, recibirán un albornoz y zapatillas de baño. En la zona de pernocta hay 38 camas con medidas de seguridad, igual que en el lugar de comedor y ocio. Por último, está prevista una zona de aislamiento por se hubiera un caso positivo de coronavirus.
El Concello ultima el pago solo con tarjeta en los Vitrasa
n n n Abel Caballero anunció ayer, en una rueda de prensa a puerta cerrada que luego fue remitida a los medios de comunicación, nuevas decisiones "para proteger a la ciudadanía". Así "extremamos las medidas de seguridad" en las líneas que prestan servicio a los hospitales Álvaro Cunqueiro y Meixoeiro, avanzó Caballero. En las horas punta, cubrirán estas rutas dos autobuses sucesivos: uno doble tipo oruga con un vehículo normal detrás. El objetivo es conservar la distancia mínima de seguridad (y a ser posible, aumentarla) entre los viajeros de unas líneas especialmente sensibles.
Por otra parte, el alcalde adelantó que se prohibirá próximamente el pago en metálico en los autobuses, para minimizar el riesgo de que el conductor sea eventualmente contagiado o contagie. Esta medida entrará en vigor cuando la empresa tenga en marcha un sistema que permita expedir y entregar tarjetas de pago en un plazo rápido. El transporte urbano -con una caída del 92%- inutilizará el acceso delantero al vehículo y la entrada y salida se realiza por las puertas central o trasera. Además, el aforo del autobús será del 30% de su capacidad máxima y los viajeros están obligados a mantener la distancia de seguridad.
El Concello además ampliará las exenciones de paga a los servicios educativos que no se están prestando. n
