1. La afición
La temporada pasada arropó al equipo y creyó en el ascenso en la promoción. Esta campaña, empezó apoyando, pero no tardó en pedir las dimisiones del director deportivo y del Consejo de Administración. La derrota de este sábado en Extremadura ha agotado su paciencia y tanto la Federación de Peñas como los Riazor Blues han anunciado movilizaciones: el viernes delante de la sede del club.
2 - El entrenador
El primer técnico de la temporada, Juan Antonio Albacete Anquela, fue destituido en el décimo encuentro tras haber ganado sólo el primero (3-2 ante el Oviedo). Llegó Luis César y, lejos de mejorar, los resultados y la imagen del equipo han empeorado: en seis partidos, dos empates (fuera de casa) y cuatro derrotas. Tras la última, en Extremadura, ha anunciado que dará un "vuelco" a todo en el Deportivo.
3 - Los jugadores
Los futbolistas asumen el bajo rendimiento que están teniendo. El vigués y excéltico Dani Giménez, uno de los capitanes, admitió tras caer en Almendralejo que hay jugadores con menos minutos o incluso del filial que lo pueden hacer mejor. También reconoció que hubo más tensión y palabras más altas que otras en el vestuario tras el choque con el Extremadura.
4 - El director deportivo
En su segunda temporada en el club, el director deportivo, Carmelo del Pozo, ha sido el principal señalado por la confección de una plantilla que tiene el sexto tope salarial. Por apretarse el cinturón, optó por hacer caja con Edu Expósito y desprenderse de talentos como Fede Cartabia o Diego Rolan, tras haber perdido a otras piezas claves como Domingos Duarte, Pablo Marí o Quique González. Se le ha puesto en la diana por decisiones difíciles de entender como el fichaje de Luis Ruiz y la salida de Diego Caballo, por apostar por jugadores de Segunda B, y por dejar al equipo sin individualidades diferenciales.
5 - El consejo de administración
Aún no lleva medio año en el club, pero tampoco se salva de las críticas. El presidente, Paco Zas, fue elegido en una Asamblea en la que los votos de su predecesor, Tino Fernández, resultaron decisivos. Un descenso a Segunda B dejaría contra las cuerdas a un Deportivo que ahora está sobre la lona y que tiene un pasivo de más de cien millones de euros.n
