Rober Bodegas (Carballo, 1982), guionista y humorista, es uno de los referentes nacionales en los monólogos. Desde 2018 forma con Alberto Casado Pantomima Full. Mañana subirá al escenario de TerraCeo, el festival en la terraza del Auditorio Mar de Vigo. Lo hace con su espectáculo “Fango”. Aún quedan localidades a la venta en ataquilla.com por 15 euros y a través del bono junto a “Noites de Retranca”, el 25 de julio, por 25 euros.
¿Cómo está llevando la nueva normalidad?
Este será mi primera actuación tras el estado de alarma. Lo asumo con ganas. No tenía previsto retomar la gira. No vuelvo al teatro en Madrid hasta mediados de septiembre y surgió esta actuación en Vigo y después en Compostela. Serán las únicas fechas que haga, para refrescar y ver la respuesta del público. No ejercer mi profesión, que es vocacional, además del perjuicio económico, evita el disfrute personal.
Regresa con “Fango”, un espectáculo de humor sobre lo que no se debe hacer humor.
Es una reflexión sobre eso. Creo que con el enfoque adecuado uno se puede reír de todo, sin tabúes.
¿Alguna vez se ha tenido que enfrentar a una broma mal recibida?
Sí, y también es comprensible. Es difícil que a todo el mundo le guste lo mismo. Hay quien no tolera ciertas bromas y otros son más abiertos al humor. No se trata de imponer un código. Cada uno debe buscar el suyo. Es como cualquier expresión artística.
¿Y cómo reacciona ante este tipo de reclamos por ofensas?
Pido disculpas si meto la pata, hay que tener autocrítica, aunque también puede ser no se comparta la opinión. Es lo que tiene vivir en sociedad.
Después de todo lo que les ha sucedido con Pantomima Full (denuncias, hackeos de la cuenta). ¿Considera la suya una profesión de riesgo?
Hoy en día estamos hiperconectados y muy expuestos al público, por lo que es fácil recibir tanto críticas positivas como negativas. Para bien y para mal es todo muy inmediato. Solo hay que buscar la cuenta de twitter para enviarle un mensaje, ya no hay eslabones que superar. Es algo que pasa con cualquier personaje que tenga exposición pública. Tenemos que entender que esta es la forma en la que nos comunicamos ahora.
¿Cómo está llevando la nueva normalidad?
Este será mi primera actuación tras el estado de alarma. Lo asumo con ganas. No tenía previsto retomar la gira. No vuelvo al teatro en Madrid hasta mediados de septiembre y surgió esta actuación en Vigo y después en Compostela. Serán las únicas fechas que haga, para refrescar y ver la respuesta del público. No ejercer mi profesión, que es vocacional, además del perjuicio económico, evita el disfrute personal.
Regresa con “Fango”, un espectáculo de humor sobre lo que no se debe hacer humor.
Es una reflexión sobre eso. Creo que con el enfoque adecuado uno se puede reír de todo, sin tabúes.
¿Alguna vez se ha tenido que enfrentar a una broma mal recibida?
Sí, y también es comprensible. Es difícil que a todo el mundo le guste lo mismo. Hay quien no tolera ciertas bromas y otros son más abiertos al humor. No se trata de imponer un código. Cada uno debe buscar el suyo. Es como cualquier expresión artística.
¿Y cómo reacciona ante este tipo de reclamos por ofensas?
Pido disculpas si meto la pata, hay que tener autocrítica, aunque también puede ser no se comparta la opinión. Es lo que tiene vivir en sociedad.
Después de todo lo que les ha sucedido con Pantomima Full (denuncias, hackeos de la cuenta). ¿Considera la suya una profesión de riesgo?
Hoy en día estamos hiperconectados y muy expuestos al público, por lo que es fácil recibir tanto críticas positivas como negativas. Para bien y para mal es todo muy inmediato. Solo hay que buscar la cuenta de twitter para enviarle un mensaje, ya no hay eslabones que superar. Es algo que pasa con cualquier personaje que tenga exposición pública. Tenemos que entender que esta es la forma en la que nos comunicamos ahora.
