Efectivamente, son muchos los españoles que han salido a la calle a decirle que deje de castigarnos y practicar con nosotros su totalitarismo, aunque también en esto se lucirá con sus relevantes mentiras, diciendo que son cuatro los que han salido a protestar. Que diga lo que quiera, pues todos sabemos que son más de dos millones de personas las que le han dicho “vete ya”, “convoca nuevas elecciones”, “Sánchez a prisión”. Naturalmente la soberbia y la pasión por el poder, no van a permitirle hacer caso al mandato de los españoles. Pero también se lo dicen las instituciones, que piden ayuda a Europa, desde hace bastante tiempo. Y es en Bruselas dónde preocupa precisamente que esté intentando controlar todo el poder judicial, aunque ya domina gran parte de él. También ven con preocupación los oscuros manejos de La Moncloa para distribuir a su antojo los ingentes fondos de la pandemia, así como el número de afectados que publican, a todas luces todos falsos. Igualmente los ataques a los periodistas que se pronunciaban con la verdad y que obligó a manifestarse a la Asociación de la Prensa. La Ley Celaá que pone en grave riesgo los derechos fundamentales. Y tantas y tantas leyes dictadas por el autócrata sin discusión política. Todo se basa en falsedades, lo único que sabe hacer muy bien nuestro autócrata, y se “hará el sordo” para todo lo que le digamos los españoles; solamente acatará lo que le digan los antiespañoles y ante ellos se arrodillará. En cuanto a España, somos TODOS los que rechazamos la amnistía y demás cesiones a los minipartidos regionales, separatistas, terroristas y bolivarianos comunistas. Las instituciones que han expresado su desaprobación y rechazo al quebrantamiento del Estado de Derecho son: Gobiernos Autonómicos, Mundo Académico, Fiscales, Abogados, Letrados, Procuradores, Poder Judicial, Partidos Políticos, Notarios, Funcionarios del Estado, Medios de Comunicación y, sobre todo, el pueblo español. Pero el Gran Déspota que nos gobierna, no hará el menor caso a lo que todos los ciudadanos le decimos y él sigue “a su bola”, acrecentando sus infundios contra todos los que le contradigan, intentando justificar sus maldades. Nuestro presidente es un personaje diabólico, que su único gobierno es para embaucar al pueblo y al que no le crea y proteste, palos y otros castigos de la policía, que para eso tiene todo el poder.
