Cartas al director

A los presidentes de la Federación Gallega de Caza

 Sr. presidente de la Federación Gallega y Sr. presidente  de la delegación en Pontevedra, a ustedes me dirijo para hablar sobre el mal funcionamiento de la caza en nuestra comunidad autónoma.
La actividad cinegética tiene muchos enemigos, siempre los tuvo. Pero, lo novedoso en los últimos tiempos, es que representantes de cazadores se manifiesten contrarios al ejercicio de alguna de las modalidades de caza. Concretamente las modalidades de al salto y en mano. Espero que esta medida no se contagie a nivel nacional. En otras comunidades autónomas sí se puede cazar en esas modalidades.
Manifestaciones aparecidas en prensa como que "un cazador sólo en el monte no es nadie", quiero pensar que la dijeron en el contexto de la caza del jabalí en la modalidad de al salto, pero es grave porque pone en peligro dicha actividad en lo que se refiere a todas las especies cazables.
En cuanto a la modalidad en mano sobre el jabalí, extrictamente prohibida en Galicia, es modalidad en grupo. ¿Dónde están ustedes?
La Xunta de Galicia quiso permitir ambas modalidades, pero enseguida aparecieron ustedes para decir que "no es aconsejable", que "los disparos son peligrosos por su alcance", y "que en el monte los cazadores no estamos solos".
Ustedes también se han referido a la falta de relevo generacional en la caza, que las aldeas están vaciándose... Esto lo digo yo, ya no se va al monte en busca de materia prima para hacerles la cama a las cuadras, cada vez hay menos animales domésticos, las personas mayores ya no van al monte porque su salud no se lo permite y, menos en otoño-invierno. En el monte no estamos solos, pero cada vez somos menos cazadores, y nunca hubo tan pocas personas en el monte por otras actividades.
Si ustedes quieren decir que transita mucha gente por el monte, ajena a la caza, ya saben donde está el  problema. En el camino, señores. es decir, allá por todos los tecores donde transcurre el Camino de Santiago. Ahí sí es más peligroso para las muchas personas que durante todo el año realizan el Camino.
Pero, no por ello, hay que prohibir la caza, ni mucho menos. Tampoco porque el uso de los rifles, armas de alcance descomunal, pongan en peligro a los peregrinos. Tanto las escopetas como los rifles son herramientas esenciales para el ejercicio de la caza. El riesgo cero no existe, pero la caza no está considerada como actividad peligrosa. Y es en la caza mayor donde el riesgo es mayor.
Actualmente somos alrededor de 34.000 cazadores en Galicia. Todos somos necesarios. Debe permitirse la actividad en todas sus modalidades y sobre todas las especies cazables.
Trabajen por el bien de los cazadores, por el bien de la caza.