Cartas al director

La intolerancia de la izquierda provoca los ataques a Vox

Ya está en marcha, con su estrategia maquiavélica del divide y reinarás, o el dónde ayer decía diego, hoy ya digo dije y aquí no pasa nada. Según sus mediáticos  y progres asesores. Es sin duda, la confusión para el engaño masivo que terminará desestabilizando España, con su haz lo que yo diga y no lo que yo haga. Su penúltima estrategia es descalificar a Vox acusándolo de ser un partido tóxico y extremista de derechas, peligroso para la sociedad porque, además, es enemigo de los emigrantes. Aquí está su mayor engaño visible y dañino para la convivencia de nuestra sociedad. Donde ya conviven millones de emigrantes legales, de distintas nacionalidades, e integrados hace años que nada deben temer sobre Vox, porque no son  ciertas, las acusaciones hechas sobre el mismo. Es una cortina de humo para confundir  a la ciudadanía e utilizar a Vox como chivo expiatorio para ocultar sus prácticas absurdas y abusivas, con sus cordones sanitarios, políticos, los que Cs hoy intenta revivir inconscientemente, para hacerle el juego a quienes intentan camuflar a los indocumentados e invasores violentos como si de emigrantes legales se tratara. Con su coartada traicionera para complacer a esas ONGs de tapadillo, que intentan con la ayuda de sus mafias y las izquierdas españolas, traicionar y destruir España hoy. Ya lo decía Amadeo de Saboya; si al menos fueran extranjeros los enemigos de España, todavía. Pero no, todos los que con la espada, con la pluma, con la palabra, agravan y perpetúan los males de la nación son españoles.
Estos ataques y descalificaciones hacia Vox, tienen una doble finalidad política, asustar artificialmente y sin fundamentos a la ciudadanía y a la vez, descalificarlo como enemigo de la sociedad y los emigrante. Cuando en realidad es todo lo contrario, es un montaje falso  tendencioso, que las izquierdas diseñaron para complacer las mafias internacionales, que controlan y explotan estas invasiones de indocumentados violentos, que ellos ya programan y explotan como top-mantas, con fines políticos y perversos, obviando descaradamente las consecuencias catastróficas que todo ello provocan en la convivencia y seguridad de nuestra nación. Las falsedades vertidas sobre Vox ya saltan a la vista, porque Voz no es enemigo, de la sana y legal emigración. Todo lo contrario los avalan y protegen de sus enemigos jurados, aquellos que utilizan el nombre de emigrantes, para el camuflaje obsceno. Es la Extrema Izquierda, con sus cómplices anónimos, quienes le hacen el juego a los separatistas, y Cs, se está prestando inconscientemente al juego macabro de llamarles emigrantes a los invasores violentos para utilizarlos de forma descarada en sus aventuras desestabilizadoras. ¿A qué están jugando Cs. hoy con estas descalificaciones desconcertantes y absurdas a Vox?
Quienes tenemos experiencia en estos menesteres, por ser testigos y víctimas a la vez de aquella tragedia que causó este mismo fenómeno desestabilizador en la Venezuela de los ochenta, y que hoy, aquel entrañable país, está viviendo sus desgraciadas consecuencias generacionales, que lo llevaron a la ruina, económica, social y política. Lo que no me casaré de repetir, una y otra vez, en todos mis escritos, que diariamente   me publica, el prestigioso diario Atlántico de Vigo. Nuestra historia emigrante está llena de farsas que casi siempre terminaron en tragedia. Lo que aquí narro fue una realidad que  tiende a repetirse aquí. Los dos grandes partidos existentes allí, Copei y Ad, similares a PP y PSOE, nada hicieron por combatir y frenar aquellas avalanchas de indocumentados. Fue el tupido bosque de complicidades obscenas que produce el baile de intereses entrecruzados, que supieron utilizar las mafias e impidieron ver aquella realidad destructiva que asomaba a la sombra de aquellas avalanchas, se dedicaron cada uno por su cuenta, a colmarlos de facilidades y privilegios obscenos, los que nunca tuvimos los españoles que legalmente salimos al mundo como emigrantes, los años cincuenta y sesenta. Fue nuestro trabajo y comportamiento quien nos facilitó una integración normal al país, pero tampoco había un Vox venezolano que diera la cara y protegiera la fructífera y sana emigración. En España hoy sí existe Vox, que las izquierdas y sus cómplices tratan de satanizar y destruir para que siga la fiesta, que ya avisa insistentemente la destrucción de la nación.
Cuando en España se habla de cosas de honor, un hombre sencillamente honrado, tiene que echarse a temblar. Lo decía D. Miguel de Unamuno: Amanecerá y veremos, decía Arcadi Espada.