Cartas al director

La renta básica vitalicia, un relato mas para la confusión ciudadana

Nos ponemos las pilas los españoles, o nos estaremos entregando a los placeres de una izquierda anarquizada, sin patria y rumbo, cuyo lema para el camuflaje es: No dejaremos a nadie atrás. Pero dejar morir sin asistencia a nuestros mayores..., promueven el aborto y crean discrepancias entre el  hombre y la mujer, provocando un desastre social, con artimañas y astucias encubiertas, contrarias a nuestra convivencia democrática. Lo hacen con todo desparpajo, intentando secuestrar nuestra conciencia y solidaridad habitual para crear una confusión generalizada, e instalar su deseada dictadura comunista.
Sus complejos ideológicos y cobardías afines, son incompatibles con nuestro progreso en libertad democrática, que hoy disfrutamos precisamente lo que ellos odian y pretenden exterminar, a pesar que a su sombra y cobijo, viven y conviven hace tiempo, pero camuflados. Su última artimaña (progresista) es la publicitada Renta Básica Vitalicia y que para los más necesitados, o que tengan un año residiendo como ilegales en España, yo añadiría a esta legislación encubierta: Ayuda a las mafias y ONGs de tapadillo, para la confusión y divulgación de su relato farsa o legión de becados o vagos encubiertos, para utilizarlos como infantería de ocupación callejera y necesaria para liquidar nuestra convivencia pacífica, provocando un efecto llamada, sin precedentes para los invasores indocumentados y violentos que hoy acosan nuestras fronteras. Algunos ya pululan libremente por las calles  y pueblos de España, con su amparo, protección y financiación. Veamos lo ya sucedido en Venezuela que pretenden repetir aquí sus camaradas y cómplices exigiéndonos silencio cómplice. Mientras tanto, diez mil ciudadanos españoles, retornados de Venezuela, que son jubilados del IVSS, ya cumplieron cuatro años, sin que Maduro les pague. Para ellos este desgobierno no tiene ayudas. Forman parte de esa legión de mayores innecesarios y que dejaron morir en las residencias, a sabiendas que con su trabajo y sacrificios, propiciaron lo que hoy todos disfrutamos. Una España democrática, libre y de progreso.
Esta confusa situación que alimentan conjuntamente, PSOE y Podemos con unos socios peligrosos, los separatistas y los herederos de ETA. Ya está despertando, inquietud y miedo en nuestra sociedad, que observa preocupada el como este Gobierno nos restringe derechos y libertades para entregarse a los placeres ideológicos, de los que hoy intentan asaltar nuestras instituciones democráticas y como segundo paso, perturbar nuestra convivencia, social y económica. Pretenden hoy lo más aberrante y nocivo para nuestra sociedad, provocar el efecto llamada, de invasores violentos e indocumentados, al anunciar esta renta básica para todos. Cuando no existe dinero suficiente para los parados, producidos por el Coronavirus, ignoran y tratan de ocultar los problemas que hoy suscitan los indocumentados que sueltan a las calles, para que se busquen la vida. Desgraciadamente no siempre  consiguen un trabajo y quedan a merced de las mafias y ONGs de tapadillo, que los utilizan como infantería de ocupación, para extorsionar al pueblo español, ocultándole sus fechorías mientras el Gobierno ve para otro lado. Quien ya vivió los efectos desgraciados de una situación muy similar en Venezuela, y algunos hoy aquí se empeñan en repetir aquel relato-farsa, solo le cambiaron el nombre de Misión por Renta Básica Vitalicia, y tengo la obligación patriótica de denunciarlos, corriendo el riesgo de ser tildado de xenófobo, racista, fascista o franquista. Las descalificaciones de costumbre hacia aquellos que perturben sus falsos relatos comunistas, quien esto afirma fue un emigrante legal en aquel país, y trabajando honestamente, cincuenta años, con muchos sacrificios, superó etapas muy difíciles para llegar a triunfar. También vivió intensamente como se destrozaba aquel entrañable país, levantado por su gente honesta y los emigrantes legales, en su gran mayoría, portugueses, italianos y españoles, allí llegados los años cincuenta y sesenta. Todo se derrumbó en los ochenta con aquellas avalanchas de indocumentados que contaron con la complicidad y apoyo político de entonces, cuyas ambiciones y traiciones terminaban en su tramposo voto. Aquella generación, sin patria y llenos de odio y resentimiento nos entregó a Chávez y Maduro. Los resultados están a la vista de todos hoy, solo le pido a todos, no tropecemos más veces en la misma piedra.
Despertemos lo más pronto posible de esta borrachera ideológica o formaremos parte de su rebaño cautivo hacia su huerto comunista. No hay otra, amigo...