Cartas al director

De la opulencia a la miseria para, juntos, cabalgar al abismo

Ese trayecto desgraciado es el que deberemos evitar a toda costa hoy en España, antes de llegar al fatídico “llegadero”, expresión muy común del “llanero venezolano”..., cuando el acecho ya era una realidad perturbadora en aquel entrañable y solidario país.

Quienes ya vivimos ese desgraciado camino, eludiendo obstáculos y buscando soluciones adecuadas para salvar el trabajo y sacrificios de varios años, incluyendo nuestra propia familia, hoy sentimos la obligación, no solo de contarlo con lujo de detalles, también contribuir razonablemente a buscar soluciones a este difícil momento que vive nuestra patria, con este camuflaje vulgar que intentan vendernos hoy. Que esos “indocumentados violentos” (son emigrantes, refugiados o merecedores de exilio político). Todo un compendio de buenísimo y solidaridad antropológica de bolsillo ancho y largo para tapar las fechorías traicioneras de su acopio político.

La lucha política del “nuevo comunismo” está preñada de falsedades que repetidas mil veces las convierten conjuntamente con sus coros mediáticos pastoreados con enjuagues y dádivas obscenas “en medias verdades” para la confusión y el engaño ciudadano. Así, ponen en marcha su vieja filosofía comunista de acorralar al rico y someterlo con dádivas obscenas que quiebren su moral y principios… Y a la vez, sacarle a relucir su avaricia y soberbia, que, unido a los complejos y cobardías, exhiben un retrato hablado, difícil de esconder. Eso es precisamente lo que hoy intentan poner en marcha en España. Pretendiendo y fingiendo que ellos están actuando a la sombra y cobijo de la democracia, cuando en realidad, la están clonando y tratando de someter a su dictadura comunista, conjuntamente a los organismos controladores. Exigiéndonos silencio y complicidad.

Cuántos recuerdos tristes vienen hoy a mi memoria. Cuando transcurrían los años ochenta en aquella Venezuela de progreso, libertad democrática. Donde las componendas políticas pusieron en marcha sus corruptelas del tápame tú para taparte yo. Teoría política del apaño, que vivían los grandes partidos, AD y COPEI, que terminarían contagiando a toda la sociedad con aquel dicho tan popular: Los adecos roban, sí, pero también dejan robar. Salvoconducto traicionero que, en muy poco tiempo, creó una descomposición social envolvente, y donde todo tenía un precio, que se llevó por delante la integridad moral y policial del país. Al que dejarían solo camino al abismo y en medio de magias y logias, con sus respectivas ONG de tapadillo, para llenar aquel país de indocumentados. Los resultados catastróficos ya están hoy a la vista, ruina y mocería total…

La regeneración política de nuestro país no caerá del cielo. Ello necesitará la colaboración y sacrificios de toda la sociedad. Y digo toda, sin exclusiones de ninguna naturaleza. Estamos viviendo un pasaje triste de nuestra historia, que data de los tristes y provocadores sucesos  de los años treinta que provocaron la guerra civil del 36, lo que, con sus artimañas y falsedades ya borraron de nuestra historia para vendernos sus falsos relatos, pero la realidad es tozuda y nos traslada hoy a aquel intento vulgar de someter al pueblo español a los intereses destructores del comunismo de entonces. Los herederos de aquella triste y desgraciada aventura, hoy llenos de arrogancia, soberbia y rencor fermentado, pretenden que olvidemos el progreso vivido los últimos cuarenta años y quien o quienes fueron sus artífices. En su lugar pretenden camuflarse su ingeniería social y sus artimañas divisionistas comunistas y separatista para llevarnos a su huerto bolivariano.

Tal vez sea hoy Vox el último mohicano político que está levantado la voz para decirle a los ciudadanos la realidad que hoy estamos viviendo, sin tapujos, engaños o medias tintas. Su aporte para rescatar lo extraviado en los últimos años es indispensable para recuperar valores, principios y costumbres que dieron origen a nuestra patria, y obligados estamos a defender, cueste lo que cueste y caiga quien caiga.