Cartas al director

La amnistía siniestra ¿La misma que acabó con Venezuela?

Los consecutivos acorralamiento políticos que hoy vive España, son una auténtica réplica de todo lo sucedido allí en los últimos años. Donde los dos grandes partidos con sus desviaciones y corruptelas llevaron la democracia a su última morada. Así, inventaron aquel célebre dicho popular: Toditos la mataron y ella solita se murió. Con el agravante de que, así nació el principio del fin. Con aquella desgraciada amnistía del año 89, dando origen y naturalidad al “sálvese quien pueda”, que terminó destruyendo a Venezuela.

La historia se repite hoy en España. El ejecutivo intenta, con sus coros mediáticos, tomar por asalto el país, para secuestrar el poder judicial y desautorizar su intervención e imponer su relato para seguir desgobernando España. Así actúan las izquierdas para perpetuarse en el poder, a la sombra de las democracias, y aprovechan cualquier resquicio legal…, para imponer su falso relato. Todo se inicia con la entrada masiva y descontrolada de invasores indocumentados, que en muy pocos años tomaron por asalto el país, con la complicidad de los dos grandes partidos AD y COPEI, llegando al extremo de provocar unos saqueos generalizados, violando y tomando por asalto el país que fue rescatado por sus FF. AA. La intervención desafortunada de los dos grandes partidos decretando una amnistía encubierta. Macerían el principio del fin de la democracia. Dos años después, Hugo Chávez dió el golpe de Estado que fracasó. Gracias a la intervención y ayuda de las FF. AA., que conservaban su independencia y constitucionalidad. Remataron la faena destructiva indultado también a Hugo Chávez. Ante tanta desidia, apareció en las FF. AA. una logia izquierdista, que se fue extendiendo en sus entrañas y cuyo líder msiánico era H. Chávez, que asomaba como salvador de la patria. Y ganó unas elecciones libres en el 99, con la promesa de llevar el país a la época dorada de Marcos Pérez Jiménez. El hartazgo contra sus engaños crecía vertiginosamente. Sus primeros pasos, luego de ganar, fueron decepcionantes, por ser contrarios a sus promesas. Así, le dieron un golpe de Estado en el 2002. Fue repuesto como presidente por unas FF. AA. que conservaban su constitucionalidad intachable, con un general valiente y líder, Isaías Baduel, y constitucionalista intachable, que lo repuso en el poder. No era de su cuerda y logia. quien no tardaría mucho tiempo en reclamarle públicamente la entrega cobarde que estaba haciendo a Cuba; recordándole que nuestras FF. AA. los habían vencido en el 61, cuando por mandato de Fidel Castro, intentaron invadirnos y atentar contra nuestra democracia y el presidente actual D. Rómulo Betancourt, este general, terminó su vida preso y torturado por los esbirros cubanos igual que el capitán de corbeta Acosta Arbelo y otros muchos que pagaron con su vida su oposición.

Quienes intentan hoy seguir desgobernando España, son sus compinches hoy aquí, capaces de todo para perpetuarse en el poder. Entre sus deseos principales está el indulto encubierto a quienes ya dieron un golpe de Estado y no se arrepienten, todo lo contrario, afirman que lo volverán a hacer y reclamarán su independencia, conjuntamente con los herederos de ETA, hoy sus socios de lucha, unidos a los comunistas disfrazados de demócratas, pretenden que se les perdone todos sus crímenes, y lo que despilfarraron, que tendremos que pagar todo los españoles. Sus pasos son medidos y ejecutados con un cinismo despampanante. Así los vemos hoy, tomando por asalto los órganos de control que tiene nuestra democracia para su existencia. Tanto aquí como en todos los organismos internacionales, que conforman los tres poderes. El legislativo, judicial y ejecutivo. Se les resiste el judicial, e intentan de alguna manera, someterlo y secuestrarlo. La compra de conciencias con dinero ajeno es su santo y seña para confundir y secuestrar. Quieren repetir lo sucedido en el 89 en Venezuela, con una pequeña diferencia, allí, el concubinato de los dos grandes partidos, AD y COPEI, siguieron su matrimonio de conveniencia fatídica hasta el final. Aquí, se rompió gracias a la aparición de Vox y rectificación oportuna de Feijóo, luego del revolcón…

Una vez más, quiero cerrar esta carta con aquellas palabras angustiosas de un gran venezolano, D. Arturo Uslar Pietri, ante aquel desastre en ciernes que él visionaba. “Ya todo está dicho una y mil veces, pero como parece ser, nadie escucha, me limitaré a repetirlas hasta la saciedad.”