Cartas al director

la tibieza e indiferencia de occidente

La indiferencia con la que los bautizados vivimos nuestra fe, a pesar de las grandes facilidades que tenemos para vivirla en comunidad- y por consiguiente, la tibieza con la que expresamos nuestras convicciones religiosas son dos grandes males que caracterizan a los católicos de Occidente, donde hoy nadie muere mártir.
En un mundo donde no es políticamente correcto manifestarse como católico practicante, el temor a defender a la Iglesia, a la fe católica, a la práctica de los sacramentos, esconde ya una cobarde costumbre. La fe y la moral católicas no se pueden disociar de nuestra vida personal y profesional. Callar , silenciar nuestra condición de ser hijos de Dios y discípulos de Jesucristo, para no complicarse la vida, contrasta con la radicalidad en el seguimiento de Cristo y en la confesión de nuestra fe,sin actitudes ambiguas y con firmeza, que se nos exige a los bautizados.