Cartas al director

escrache antirreligioso

Un reciente escrache antirreligioso  ha devuelto al plano de la actualidad lo que los exigentes de ejemplaridad en el exclusivo ámbito de la Iglesia, denuncian como “curas pederastas”,  cuando la verdadera tipificación debería  ser la de “pederastas que se hacen curas”,  pues dicha enfermedad, para algunos, o desviación afectiva, para otros, ya se puede  detectar cuando estos sujetos  ingresan en los seminarios o centros de formación, sin que los responsables de dichos centros descubran esta patología enfermiza, y, muchas veces, delictiva. 

Reflexión que hago a la vista del reciente escándalo que afecta a los jesuitas del Colegio Apostol Santiago de Vigo, tradicionalmente aureolado de un prestigio selectivo que se ha descubierto falaz, cuando no inmerecido.  

Es interesante recordar que por aquellas fechas algún miembro de dicha comunidad andaba entregado, en cuerpo y alma, cosa del aggiornamento, en recoger firmas contra el posible nombramiento como obispo de la diócesis al recordado D. Jose Guerra Campos, en una cruzada digna de mejor causa, con el silencio de los clérigos de la diócesis. Guerra Campos, actualmente está de actualidad dentro del proceso para su canonización promovido por la diócesis de Cuenca y sus detractores en la picota, cuando no en la ignominia.