La Administración posee en Vigo, aproximadamente, un millar de inmuebles de los que una parte importante –difícil de estimar debido al carácter más bien genérico de los registros existentes– son viviendas, ya sea en uso por parte de funcionarios y/o otros beneficiarios por su relación laboral con las propias administraciones (Concello, Xunta y Estado) o vacías. Estas últimas, en su mayoría abandonadas desde hace ya muchos años, proliferan a lo largo y ancho de la ciudad y, en plena crisis de vivienda con los precios del alquiler en máximos histórico y la oferta en mínimos, son vistas por colectivos sociales como una posible solución, pidiendo que se rehabiliten para ofrecer alquileres sociales aprovechando que ya forman parte del parque de viviendas público.
Uno de los ejemplos más claros que se pueden encontrar en la ciudad de viviendas de la Administración vacías y abandonadas está en la Avenida de Madrid. Se trata de las casas anexas a la antigua prisión, construidas para poner a disposición de los funcionarios y que, desde el desmantelamiento de esta instalación penitenciaria, en julio de 2006, están en desuso y nadie se ha vuelto a instalar allí. Según los registros del Ministerio del Interior, estos inmuebles suman, junto a la superficie de la antigua cárcel, unos 15.000 metros cuadrados que permanecen sin tocar y sin ningún plan de futuro a la vista desde hace ya 18 años.
También están vacíos la gran mayoría de edificios anexos a colegios (de titularidad municipal, mientras que los institutos y sus anexos pertenecen a la Xunta), en su momento casas de maestros para alojar a docentes que habían sido trasladados a la ciudad y que también sirvieron para dar cobijo a los conserjes (porteros vigilantes) encargados del mantenimiento de los centros. A día de hoy, apenas quedan viviendas anexas a colegios habitadas y algunos de estos inmuebles incluso están declarados en ruinas y a la espera de su demolición. De hecho, las antiguas casas de maestros del CEIP Virxe do Rocío, en Coia, terminaron convirtiéndose en el nuevo Centro de Formación del Profesorado de la Xunta el pasado año.
Solares vacíos
Además de viviendas y edificios, la Administración también tiene en su propiedad a lo largo de Vigo solares vacíos sin nada proyectado. Es el caso, por ejemplo, de una parcela de casi 2.500 metros cuadrados ubicada en Emilio Pardo Bazán 118, propiedad de la Tesorería General de la Seguridad Social, de la que se intentó desprender vía subasta el pasado mes de noviembre sin éxito (su valor estimado rondaba los 5 millones de euros).
Así, ante este panorama, cada vez son más las voces que piden que se haga recuento de estas viviendas y solares abandonados y se destinen a alquiler social.
Las casas de la Guardia Civil serán residencias de estudiantes
Una de las instituciones que posee viviendas en Vigo es la Guardia Civil, a través de su Patronato. Se trata de dos bloques de edificios en calle Marín que actualmente están, aproximadamente, al 50% de su ocupación. Sin embargo, el Gobierno acordó en 2022 la liquidación al completo del Patronato de Viviendas del instituto armado, por lo que a medida que estas se vacíen por fallecimiento de los inquilinos u otras diversas causas, no se podrán volver a adjudicar a familiares de guardias civiles (era el cometido de las viviendas del Patronato), sino que pasarán a formar parte de los inmuebles en los que alojar a agentes. Pero el plan a largo plazo es, según fuentes del instituto armado en Vigo, convertir estos bloques en residencias de estudiantes para hijos de miembros de este cuerpo de seguridad. Para ello, eso sí, hará falta una reforma profunda.
