Cinco jornadas después de iniciarse la huelga indefinida, el conflicto laboral en Vitrasa, concesionaria del servicio de transporte urbano de Vigo, no presenta en el horizonte una bajada de la tensión ocasionada durante esta primera semana de movilizaciones.
La dirección de la compañía trasladó ayer a través de un comunicado que inició las “acciones legales oportunas” por ataques a un total de 12 autobuses de la flota –el último, ayer en un vehículo que se incorporaba a la línea C3 en Antonio Palacios, siendo alcanzado por una pedrada que rompió una luna lateral–, la ruptura de un servicio instalado para cubrir las necesidades del personal en ruta, pintadas en varios vehículos y los insultos e intimidaciones a conductores que realizan los servicios, considerando que estos hechos “constituyen una vulneración al derecho al trabajo y un agravio personal importante”.
A mayores, Vitrasa indicó que estos incidentes “derivarán en la apertura de expedientes disciplinarios en el ámbito laboral en los casos donde se cuente con la identificación de personal de la empresa”, incidiendo en que el comité “sigue sin atender la reclamación de 160 trabajadores para ejercer su derecho a voto de forma personal y secreta estos paros”.
La representación de los trabajadores acudió ayer por segunda vez esta semana a dependencias municipales, solicitando reunirse con Abel Caballero o el concejal de Transportes, Javier Pardo. El presidente del comité, Imanol Alonso, indicó que en el Concello se les recomendó hacer una petición formal para pedir una reunión, precisando que desde el pasado mes de julio se presentaron “al menos tres escritos y no hubo ninguna contestación”. La representación de los trabajadores consideran que el “único camino” que queda es que el Concello medie en este conflicto laboral.
