Duplicó las demandas sobre el año anterior, pero lejos de A Coruña. También son bajas las reclamaciones al Concello
Vigo generó el pasado año un total de 632 quejas dirigidas a la Valedora do Pobo, prácticamente el doble que el año pasado, lo que podría entenderse como una potente conflictividad desde la mayor ciudad gallega. Pero no es así en absoluto. El informe de la Valedora indica que en el total de la provincia se presentaron 2.635 reclamaciones, destacando el municipio de Catoira con 796, pese a tratarse de un ayuntamiento de apenas 3.500 habitantes. La comparación con A Coruña también confirma que los vigueses han sido poco combativos o no encuentran motivos para apelar al organismo autonómico: frente a 632 denuncias viguesas, un total de 2.365 coruñesas.
Con respecto a las demandas dirigidas hacia el Concello, de nuevo datos muy limitados, con apenas 52 durante el pasado año, mientras que en el anterior informe aparecían 136. Al Concello de A Coruña fueron 87 quejas formuladas y otras 52 al ayuntamiento de Santiago.
Entre todo el material tramitado por la Valedora do Pobo con origen en Vigo destacan los doce expedientes de queja de 25 de febrero derivados de la solicitud de intervención de la institución por parte de exalumnos del colegio El Pîlar, dirigido y gestionado por los hermanos maristas en la década de los 60-70, por abusos sexuales. Según indica el informe, en marzo uno de los promotores en nombre de todos aportó copia de la carta recibida por el Obispado de Tui-Vigo en el que les comunicaban las dudas sobre su competencia en un caso que podría estar prescrito y que afectaba a los hermanos maristas y no a clérigos ni sacerdotes. La oficina de la Valedora optó por dejar que el asunto, que se estaba tramitando en el Parlamento, finalizara el debate. Finalmente, se hizo efectiva la prescripción, por lo que la Valedora apunta la reparación del daño por otras vías extrajudiciales ya iniciadas a través de la Diócesis y la propia congregación mediante el reconocimiento del daño moral causado y tolerado y la corrección y renovación de métodos y estructuras.
En cuanto al Concello, la Valedora asumió tres reclamaciones presentadas por la confidencialidad de puestos de selección. Y otra más, también validada, con respecto al uso del pabellón de la calle Romil por alumnos del colegio Doctor Fléming, ya resuelta. Con respecto a la Xunta, hay una llamativa queja en el Museo del Mar de Galicia, admitida, por la discriminación del idioma gallego. También fueron admitidas, parcialmente, tres denuncias contra el Sergas por la falta de facultativos en el centro de salud de Ponteareas, en el área sanitaria viguesa.
