Población

Vigo aún mantiene el saldo migratorio negativo con su área

Vecinos de Vigo de todas las edades, en la zona peatonal de Coia.
photo_camera Vecinos de Vigo de todas las edades, en la zona peatonal de Coia.
El balance entre altas y bajas resulta muy positivo con el exterior, el aluvión de inmigrantes extranjeros, lo que permite que Vigo pueda crecer

Vigo recibió 11.172 personas, de ellas casi la mitad del extranjero, 5.011, y cerca de 2.000 llegadas desde otros puntos de España fuera de Galicia a lo largo de 2022, el último año ya certificado por el instituto gallego de estadística. Es el mayor número de arribadas a la ciudad en toda la historia, dejando un saldo favorable -descontando las bajas- muy importante: con el extranjero fue de 3.374 altas netas, pero, en cambio, con el resto de España continúa siendo negativo en -129, lo que significa que hubo más movimiento desde Vigo a otras comunidades que al revés. 

 

 

Y lo mismo pasa con el área metropolitana (todo el sur de la provincia): el balance es negativo en -557 personas. Llamativo, por cuanto, en cambio, es positivo con el resto de Galicia, en 223. La explicación está en el gran movimiento interno de personas que residen en la ciudad y optan por moverse al entorno metropolitano: de hecho, ganaron población la mayoría de ayuntamientos de la comarca, en especial Salvaterra, Salceda, Tomiño o Porriño, salvo Redondela, que lleva años a la baja. El precio de la vivienda, mucho más económico fuera de Vigo se encontraría tras este desplazamiento.

En todo caso, lo más relevante desde el punto de vista demográfico es que 5.011 personas de fuera de España, la mayoría extranjeros, se dieron de alta en la ciudad en el período entre 1 de enero de 2022 y 1 de enero de 2023, lo supuso un incremento muy importante sobre el año anterior, en que se habían registrado 3.170 altas. Esto permitió dejar el saldo migratorio total en casi 3.000 (en concreto, 2.911, la diferencia entre altas y bajas), el más elevado de la historia desde que hay cifras de referencia. Vigo sumó 1.500 habitantes netos y se colocó (cifras INE, las oficiales) en casi 295.000 residentes a 1 de enero de 2023. Sin la aportación de la inmigración habría sido imposible ante el déficit de nacimientos.

 

 

El mejor saldo migratorio era el de 2006, en el ciclo alcista de la economía, con 2.623, seguido de 2005, con 2.448. Después, caída en picado hasta alcanzar un saldo negativo de -2.145 en 2017, para empezar a subir de nuevo. En 2021 ya había sido de 1.978, y en 2022 se ha alcanzado el tope histórico. No obstante, algunas nubes: el saldo es también positivo en toda Galicia y lo es no solo con el exterior, sino también en el intercambio con otras provincias fuera de Galicia, el interior, lo que no ocurre en Vigo.

En concreto, el saldo interior fue claramente negativo, con una diferencia entre entradas y salidas de -453, aunque como circunstancia positiva hay que señalar que fue muy inferior al año anterior, en que hubo una emigración hacia otros puntos del país muy importante, con un balance de -1.145.  En todo caso, el saldo exterior compensó todo con 3.374 en la diferencia entre los 5.011 que llegaron y los 1.637 que optaron por buscarse un nuevo horizonte fuera de España. 

A esta cifra hay que sumar el balance negativo interior hasta dejar el total en 2.911. Suficientes para que Vigo pudiera crecer y para incrementar el número de extranjeros residentes en la ciudad, unos 23.000 según el Concello y algo más de 20.000, según la contabilidad del INE.

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