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Tráfico vela en carretera por los peregrinos del sur

Los peregrinos sueles pedir informaciones a los agentes.
photo_camera Los peregrinos sueles pedir informaciones a los agentes.

La Guardia Civil busca evitar accidentes en el Camino Portugués

nnn   El Camino Portugués de Santiago gana fuerza. En los primeros siete meses ya pasaron por él cerca de 28.000 peregrinos, que cuando termine el verano podrían estar rondando los cuarenta mil. Una cifra que ha llevado a la Guardia Civil de Tráfico a sumarse a las labores de vigilancia y seguridad de esta senda que desde Portugal que cruza la provincia en sentido sur-norte y que coincide en gran parte de sus tramos con carreteras convencionales y núcleos urbanos.  
Uno de los objetivos principales de las patrullas es, según explica el Capitán del Subsector de Tráfico en la provincia de Pontevedra, Villares Yáñez, " dar protección en sus desplazamientos a los grupos que no lo solicitan así como para ayudarles a cruzar las carreteras en puntos complicados o de mucha circulación". Una actividad a la que se suman las atenciones puntuales por problemas de salud o distintas lesiones así como la demanda de información de la ruta o de alojamiento alternativo al estar ya lleno el albergue más cercano.  
La receptividad que se están encontrando por parte de los peregrinos es "muy buena y en algunos casos, además de pedirnos informaciones, aprovechan para hacerse fotografías con las patrullas". Trabajar al pie de la carretera tiene como consecuencia encontrarse siempre con situaciones inesperadas, como cuando "un peregrino que iba en bicicleta tuvo una avería y fue necesario trasladarle en  la furgoneta de Atestados, al no haber otras alternativa". 
Uno de los momentos más delicados para el peregrino es el amanecer. Por lo general, todos suelen iniciar la ruta muy temprano, casi de noche cuando aún no hay luz natural, "y ahí es fundamental el hacerse ver por los demás usuarios de la víay todo lo que ayude en ese aspecto se debe utilizar", recuerda. 
Pese a que cruzar una carretera es siempre "arriesgado", Villares Yáñez asegura que en el Camino Portugués "no hay puntos negros. Trabajamos también para que no los haya". Eso sí, la travesía de localidades como Porriño, Redondela o Tui suponen un reto en el que "contamos con la colaboración de la Policía Local y de Protección Civil. Así logramos que el Camino sea más seguro y con más apoyos". Además, desde el pasado 1 de julio, la Unidad de Caballería de la Benemérita patrulla la zona sur de la provincia, con la que existe "una coordinación excelente a través de las Jefaturas de la Comandancia y del Subsector".  n

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