Los trabajos para completar la obra del nuevo ascensor Halo avanzan a gran velocidad, pero desde que sus dos pasarelas llegaron hasta la zona de Vialia, una de las grandes dudas que generó es cómo se accederá a las mismas. La plaza de Vialia desciende en su tramo final en una escalinata en forma de terraza antes de llegar a la barandilla. Sin embargo, el Halo llega ahora a la zona de la altura del resto de la plaza.
Así, el Concello reformará el tramo de la plaza al que llegará el ascensor, elevándolo a la misma altura de la pasarela semicircular. Para no interrumpir el paso en la circulación desde la terraza de Vialia, a los laterales de este tramo habrá unas rampas que permitirán subir de forma progresiva este pequeño desnivel.
La razón detrás de esta decisión a la hora de elaborar el diseño del ascensor Halo es la accesibilidad. El elevador, como parte del programa Vigo Vertical utiliza medios mecánicos para favorecer los desplazamientos a pie, en especial a aquellas personas con problemas de movilidad. Sin embargo, de llegar a la altura más baja original, justo antes de subirse al ascensor o nada más después de bajar de él en Vialia sería necesario tomar las escaleras.
El Halo conectará la zona de Serafín Avendaño y García Barbó con el entorno de Vía Norte. La pasarela llega hasta la zona de Vialia, pero no hace contacto con el edificio de Thom Mayne, sosteniéndose sobre dos soportes laterales y la propia torre del ascensor. La estructura circular del Halo tiene cerca de 100 metros de diámetro que sobrevuelan los accesos de la autopista hasta el extremo en el que se situarán dos ascensores con una capacidad de 15 personas.
El presupuesto del Halo supera los 12 millones de euros, de los cuales cerca de la mitad proceden de los fondos europeos Next Generation. Se prevé que las obras se completen antes de que finalice este año.
