El sector pesquero, además del hacer frente a los efectos directos del Covid-19 en su actividad, no pierden de vista otro importante reto que marca el calendario de 2020: el Brexit. Las negociaciones con el Reino Unido para su salida de la Unión Europea tienen a la pesca como un eje central en Bruselas para lograr un acuerdo satisfactorio. De hecho, las reuniones entre ambas partes se intensifican en julio y agosto, con el objetivo de tener todo cerrado y bien atado antes de octubre, cuando tendrán que negociarse las cuotas y totales admisibles de capturas (TAC) para la campaña de 2021.
Iván López, presidente de Agarba y del Consejo Consultivo de Flota Comunitaria de Larga Distancia, considera que la incidencia del Covid en la economía del Reino Unido no suavizará las negociaciones: “El Brexit es algo fundamental para Boris Jonhson y viendo las posiciones que se toman en las negociaciones hasta ahora, pueden forzar un Brexit duro con una economía lastrada por el Covid. Así, el virus podría tapar la incidencia directa del Brexit en la economía ante la opinión pública”, afirma.
Javier Touza, presidente de ARVI reitera que “seguimos defendiendo el statu quo: el acceso recíproco a las augas y a los mercados”. Touza se muestra confiado en el “buen hacer de las administraciones gallegas y centrales, así como de los representantes comunitarios en la intensa agenda de reuniones en julio y agosto”, un calendario con el que, admite, “hay motivos para la esperanza”.
Iván López, presidente de Agarba y del Consejo Consultivo de Flota Comunitaria de Larga Distancia, considera que la incidencia del Covid en la economía del Reino Unido no suavizará las negociaciones: “El Brexit es algo fundamental para Boris Jonhson y viendo las posiciones que se toman en las negociaciones hasta ahora, pueden forzar un Brexit duro con una economía lastrada por el Covid. Así, el virus podría tapar la incidencia directa del Brexit en la economía ante la opinión pública”, afirma.
Javier Touza, presidente de ARVI reitera que “seguimos defendiendo el statu quo: el acceso recíproco a las augas y a los mercados”. Touza se muestra confiado en el “buen hacer de las administraciones gallegas y centrales, así como de los representantes comunitarios en la intensa agenda de reuniones en julio y agosto”, un calendario con el que, admite, “hay motivos para la esperanza”.
