Superando los 900.000 suscriptores en Youtube y los 300.000 en Instagram, cuenta su trayectoria desde los 9 años, en que fue víctima de acoso hasta la actualidad. Su mensaje es claro: “El tiempo pone a cada uno en su sitio y yo estoy en el mío”. Desde que inició este proyecto en 2018 muchas cosas han cambiado, de ellas habla para los lectores de Atlántico.
En el libro trata una vida marcada por el bulling. ¿Qué es lo que comparte en estas páginas?
El libro va desde que tenía 9 años y nos mudamos a Moaña. Allí estuvimos hasta que tuve 16. Lo pasé muy mal y no conseguí adaptarme. Sufrí acoso hasta el punto de convertirse en un caso policial con la implicación de Tribunal de Menores con amenazas tanto a mi familia como a mí. Tuvimos que volver a Pobra do Caramiñal y todo mejoró muchísimo.
Puede sorprender que una ‘influencers’ haya sido víctima de acoso escolar. ¿Qué pretende al hacerlo público?
Ahora cualquiera tiene algún caso cercano o conoce a alguien que le haya pasado. Hay gente que me achaca que saque el tema para ganar dinero. No lo hago por eso. Creo que mi experiencia puede servir de ayuda. Quiero decirle a los que sufren bulling que se puede salir de todo lo malo y yo soy el ejemplo, una ‘influencer’.
Pero el libro no acaba ahí. Es toda una autobiografía para alguien tan joven.
Comencé a ganar dinero sirviendo copas o como azafata de congresos. Con 18 años salí de mi pueblo por primera vez para ir Barcelona. No sabía ni coger el metro, pero seguí adelante gracias al apoyo de mi tía con la que viví allí. Fue importante para mí porque salía de una relación sentimental tóxica. Fue un periodo intenso que me ayudó a madurar y a ser responsable.
Ahí comienza su rastro en la red como azafata de vuelo. ¿Qué le hizo abandonar esa profesión?
Tenía un ritmo de vida muy frenético. Ya compaginaba ese trabajo con el de youtuber y no estaba al cien por cien en cien en ninguno. Tenía que levantarme a las 3 o 4 de la mañana para coger el avión y luego por la tarde grabar y editar los vídeos. Vivía en Barcelona y era muy sacrificado a nivel familiar.
En 2018 decide centrarse en Youtube y lo comparte con sus seguidores. ¿Se arrepiente?
Estoy muy contenta. En aquel momento fue mi ex-pareja (TOBBAlink en Youtube) quien me animó a ocupar todo el tiempo en las redes. Poco a poco se han ido cumpliendo las metas que me propuse: escribir un libro o lograr miles de suscriptores.
Convertirse en ‘influencers’ es mostrar la vida en un escaparate. ¿Resultó complicado para una víctima de bulling?
Cuando subí mi primer vídeo me encontré con que todo el mundo podía opinar, pero también me sirvió para hacerme más fuerte. Aprendí a relativizar, a darle la importancia justa a las cosas. No se puede dejar que se influya lo que se dice. Hay que aceptar y asumir las críticas. Con el paso de los años ya dejan de afectar.
En su canal de Youtube comenta temas tan variados como su experiencia con el cásting de “La isla de las tentaciones” o su futura operación de pecho. ¿En qué género se engloba?
Toco temáticas diferentes, si tuviera que definir mi canal lo calificaría de Entretenimiento. Cada día hablo de lo que me apetece en ese momento. Trato el tema de mi operación de pecho porque hay muchas chicas con complejo.
Cuando en 2018 compartió que se centraba en la redes también apostó por abrir una cuenta en Instagram. ¿Cómo se complementa con el canal?
Están unidos. Casi de forma simultánea a subir los vídeos a Youtube los comparto en stories y las fotos forman parte de mi perfil. Tienen el mismo contenido.
