Los vecinos llamaron quejándose del rugir de los motores. En Candeán cerraron un restaurante con 255 clientes y aforo de 50
nnn La madrugada del sábado fue ajetreada en Vigo. La Policía Local recibió numerosas llamadas de vecinos que se quejaban tanto por el horario de cierre de los locales ,el ruido procedente de pisos en los que se estaban celebrando fiestas y el ruido de los motores de los coches que derrapaban en el parque forestal de Beade en una quedada multitudinaria de más de un centenar de vehículos para hacer trompos y acelerar. En total, en el lugar había más de 300 personas, la gran mayoría jóvenes, que fueron desalojados por los agentes. Las patrullas también tuvieron que actuar en un restaurante de Candeán donde la fiesta de inauguración se transformó en una concentración de más de 250 personas, la mayoría sin mascarilla y sin guardar las distancias.
Una de las primeras llamadas alertando del ruido procedente de un establecimiento de hostelería llegó sobre las 23.15 horas. El local era un restaurante en San Cristovo, en Candeán, donde se habían reunidos 255 personas para la inauguración del local con aforo máximo de 50. El gerente del local reconoció que la fiesta se la había ido de las manos. Además, a lo largo de la noche las llamadas por fiestas en pisos fueron numerosas, obligando a intervenir a los agentes para que regresara la calma.
La actuación más llamativa tuvo lugar pasada la media noche, al recibirse numerosas quejas de vecinos de las parroquias de Beade y Valadares que escuchaban los acelerones y frenazos de los coches que se habían reunidos en el parque forestal de la primera parroquia en una quedada multitudinaria. Al llegar al lugar las patrullas se encontraron a más de 300 personas y unos 100 vehículos, aunque en aquellos momentos todos estaban parados. Eso sí, en el lugar encontraron marcas de los neumáticos al hacer los trompos y derrapajes. Esta situación, según fuentes de la Policía Local, es bastante frecuente en la zona desde hace unos fines de semana. Los participantes eran en su gran mayoría gente joven que opta por este tipo de actividades al encontrarse cerrado el ocio nocturno. La Policía Local necesitó dos horas para disolver a los congregados y recuperar la calma en esta parroquia. n
Una de las primeras llamadas alertando del ruido procedente de un establecimiento de hostelería llegó sobre las 23.15 horas. El local era un restaurante en San Cristovo, en Candeán, donde se habían reunidos 255 personas para la inauguración del local con aforo máximo de 50. El gerente del local reconoció que la fiesta se la había ido de las manos. Además, a lo largo de la noche las llamadas por fiestas en pisos fueron numerosas, obligando a intervenir a los agentes para que regresara la calma.
La actuación más llamativa tuvo lugar pasada la media noche, al recibirse numerosas quejas de vecinos de las parroquias de Beade y Valadares que escuchaban los acelerones y frenazos de los coches que se habían reunidos en el parque forestal de la primera parroquia en una quedada multitudinaria. Al llegar al lugar las patrullas se encontraron a más de 300 personas y unos 100 vehículos, aunque en aquellos momentos todos estaban parados. Eso sí, en el lugar encontraron marcas de los neumáticos al hacer los trompos y derrapajes. Esta situación, según fuentes de la Policía Local, es bastante frecuente en la zona desde hace unos fines de semana. Los participantes eran en su gran mayoría gente joven que opta por este tipo de actividades al encontrarse cerrado el ocio nocturno. La Policía Local necesitó dos horas para disolver a los congregados y recuperar la calma en esta parroquia. n
