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“¿Policía? Hay gente en el bar”

La presencia de consumidores junto a los establecimientos, objeto de vigilancia vecinal.
photo_camera La presencia de consumidores junto a los establecimientos, objeto de vigilancia vecinal.
Las llamadas al 092 para denunciar posibles infracciones del estado de alarma se multiplican. La confluencia de personas a las puertas de los bares o la aglomeración de escolares, principales quejas

El movimiento de colaboración ciudadana surgida durante el confinamiento y que bautizó a sus protagonistas como los policías de balcón ha regresado con fuerza desde que se decretó el último estado de alarma.
Fuentes de la Policía Local de Vigo aseguraron que las llamadas avisando de infracciones a la normativa sanitaria se multiplican a diario. En la última semana, por poner un ejemplo, el día que menos avisos se registraron hubo cerca de media docena. “He visto que hay bastante gente en un bar” o “hay dos personas fumando sin guardar las distancias” son algunas de las advertencias anónimas que llegan hasta la centralita.
Las vinculadas a la hostelería son mayoría a pesar de que todos cumplen el cierre. Las bebidas o comidas para llevar forman colas en los establecimientos como en marzo ocurría en las farmacias o supermercados. El problema llega cuando los consumidores se congregan alrededor del establecimiento formando ‘improvisadas’ terrazas. Al menos eso es lo que advierten los nuevos policías de balcón. 
Los agentes se trasladan a los lugares donde son requeridos para comprobar que todo está en orden y advertir, en caso contrario, de las consecuencias de no cumplir las medidas de distanciamiento o  agruparse no convivientes.
Lo mismo ocurre con los fumadores. La Xunta prohibió hacerlo en la calle en lugares donde no haya distancia de seguridad suficiente o mientras se camina. Los apercibimientos llegan también al entorno escolar. Varias llamadas de vecinos obligaron hace una semana a  la Policía Local a blindar los accesos del Instituto Politécnico, en Torrecedeira, donde se registraban aglomeraciones de jóvenes en las horas de entrada, salida y sobre todo en el horario de recreo.
Los agentes tuvieron que echar mano de los megáfonos para recordar a los estudiantes que deben tener puesta la mascarilla y mantenerse separados de sus compañeros. En el ránking de ‘soplos’  también se sitúa el uso incorrecto de la mascarilla, aunque ha perdido posiciones respecto al inicio de la segunda ola de la pandemia.
La vigilancia habitual de las patrullas de calle cuenta con el apoyo de vecinos observadores, lo que obliga a los vigueses a no bajar la guardia y a cumplir la normativa sanitaria si no por responsabilidad como debería ser, por saber que puede estar siendo observado.

Vigilancia especial en mercadillos

n n nLa Policía Local de Vigo mantuvo ayer una especial vigilancia en los mercadillos al aire libre que aún se mantienen, aunque con restricciones, en la ciduad. Tanto en Bouzas como en San Cosme, los agentes realizaron una inspección  durante la mañana comprobando que se cumplían todas las medidas de seguridad exigidas. Puestos separados, circuitos de entrada y salida y geles hidroalcohólicos además de uso de mascarilla son las normas que llevan a rajatabla estas ferias, que ya han reducido el  número de puestos pero que se mantienen como una cita al aire libre de ocio dominical.
 Pese a ser el primer fin de semana de altas temperaturas, no se detectaron en la madrugada de ayer graves incidencias referentes a la infracción del toque de queda y a otras limitaciones impuestas con el último estado de alarma.
Los lugares de mayor afluencia se registraron al aire libre y en amplias distancias que permitieron mantener las medidas necesarias para evitar contagios.n

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