El Conservatorio Profesional de Vigo, único con la certificación Erasmus en Galicia y uno de los doce de España, organiza una programación de movilidad de profesores y alumnos
Estudiantes y profesores del Conservatorio Profesional experimentaron la sensación de estar creando “momentos musicales únicos en la historia”. Esa es la idea que André B. Silva les transmite en sus clases magistrales. Profesor de Oporto, es el invitado dentro del Proyecto Erasmus en el que participa el centro vigués con especial apoyo de la dirección.
“Esta experiencia es increíble, está resultado muy intensa e interesante, para mí es un reto lograr conducir toda la energía diferente con la que los alumnos abordan una materia relativamente nueva para ellos”. Para Silva, adquirir competencias en la improvisación libre es fundamental para su formación como intérpretes. Considera que esta asignatura debería estar más presente en los conservatorios: “Se centran en periodos que van desde el Barroco al Romanticismo, momentos con lenguajes musicales específicos en los que la improvisación es casi inexistente”.
Durante sus clases animó a dedicar cada día unos minutos a tocar sin más, sin partitura, dejándose llevar. “Es importante tener dominio técnico del instrumento para conseguir sacarle lo que se quiere, pero la teoría y la formación armónica, aunque aumentan opciones, no son básicas para improvisar".
Si al dejarse ir con el instrumento se logra una obra única, ésta también suele ser efímera, en opinión de Silva, “se toca y se desvanece”. Afirma que si bien la mayoría del arte está enfocada en una finalidad, un libro, una pieza o una pintura, como el arte conceptual, la improvisación se centra en la experiencia. “En los últimos años está tirando las barreras entre los distintos estilos de música, favorece la expresión libre y busca espacios de diálogo” .
Explica que los compositores dan cada vez más cabida a la improvisación libre: “Si el siglo XX abrió las posibilidades musicales, el XXI está rompiendo barreras, todo es posible, desde una orquesta a un trío de guitarras eléctricas y todo a la vez; es una riqueza que los compositores están aprovechando, primero fue la acústica, luego la electrónica y ahora la vertiente escénica de la música”. Unos cambios que también afectan a los músicos: “Ahora los intérpretes de jazz tendrán que saber leer bien y los de clásico, improvisar”, apunta el ponente invitado.
Más de 80 alumnos y profesores participaron en las clases de André B. Silva, que se realizaron a puertas abiertas. Hoy, a las 19 horas, ofrecerá el concierto de despedida en el auditorio David Russel. Improvisará con su guitarra eléctrica, acompañado por dos docentes del centro.
Esta actividad se engloba el proyecto Erasmus, al que desde 2021 se suma el Conservatorio Profesional de Vigo, único en Galicia con esta certificación y uno de los doce de España. Ofrece un presupuesto que además de posibilitar la movilidad de profesorado, este año favorecerá que después de Semana Santa viajen alumnos por primera vez. Serán tres estudiantes, de piano, saxo y guitarra, que acompañados por el jefe de estudios, acudirán doce días a un conservatorio sueco.
