Nacho, como era conocido, destacaba por su dinamismo e inteligencia entre sus conocidos y allegados. Licenciado de la primera promoción de INEF en Galicia, dio clase en un instituto y posteriormente se trasladó al departamento de Deportes de la Universidad.
Apasionado de los deportes náuticos, en marzo de 1994 se le perdió el rastro. Un día se subió a su coche y nunca más se le volvió a ver.
Pese a la denuncia en Comisaría, en 25 años no se tuvo noticias de él, ni siquiera llegó a aparecer el vehículo en el que viajaba.
La incertidumbre finalizaba hace unos días, cuando la Guardia Civil contactaba con la familia para darles la noticia.
La noticia causó gran conmoción entre quienes conocían y apreciaban a Nacho y que habían perdido la esperanza de volver a tener noticias de él. Además de deportista, se le conocía como una persona muy emprendedora y un gran gestor que tenía entre sus metas proyectos en aquella época innovadores como una escuela de vela.
A pesar del trágico desenlace, la Guardia Civil confió en que la familia pueda descansar después de tantos años de búsqueda.
Por el momento se desconoce cuándo será trasladados los restos mortales y entregados a los familiares para que descansen en Vigo, la ciudad a la que pertenecía.n
