n n n La difusión de noticias falsas y bulos a través de las redes sociales y aplicaciones de mensajería instantánea se ha convertido en un problema global, con efectos en múltiples ámbitos, desde la política y los procesos electorales a la salud o la proliferación de discursos de odio. De forma paralela, también creció en los últimos años la visibilidad y relevancia de las iniciativas de verificación de datos, de los "fact-checkers", que hacen uso de estas mismas plataformas para luchar contra la desinformación. Analizar las características formales y narrativas de los contenidos generados por los fact-checkers iberoamericanos con el propósito de identificar qué factores pueden contribuir a hacer virales estos contenidos y lograr así una mayor difusión es uno de los objetivos centrales de la investigación que desarrolla el grupo Sepcom de la Facultad de Ciencias Sociales y de la Comunicación. Seleccionado en la convocatoria de proyectos de I+D+i Retos Investigación del Ministerio de Ciencia e Innovación, el proyecto, que se extenderá hasta 2022, comprende también la elaboración de una serie de recursos didácticos para la alfabetización digital de la ciudadanía.
"Sabemos que la desinformación circula de manera muy rápida, que tiene muchas vías para difundirse y nosotros queremos centrarnos en conocer qué están haciendo los que luchan contra ella", salienta el profesor Alberto Dafonte, investigador principal, junto con la coordinadora del grupo Sepcom, Mabel Míguez, del proyecto "Narrativas digitales contra la desinformación. Estudio de redes, temas y formatos en los fact-checkers iberoamericanos". Su objetivo es analizar todos aquellos elementos que pueden tener incidencia en la difusión de los mensajes de los fact-checkers, teniendo en cuenta, como salienta Míguez, que "las estrategias que se siguen para la transmisión de bulos no son válidas para los desmentidos, ya que el simple hecho de que tengas que basarte en los datos y en la objetividad condiciona mucho tus posibilidades de viralización".n
"Sabemos que la desinformación circula de manera muy rápida, que tiene muchas vías para difundirse y nosotros queremos centrarnos en conocer qué están haciendo los que luchan contra ella", salienta el profesor Alberto Dafonte, investigador principal, junto con la coordinadora del grupo Sepcom, Mabel Míguez, del proyecto "Narrativas digitales contra la desinformación. Estudio de redes, temas y formatos en los fact-checkers iberoamericanos". Su objetivo es analizar todos aquellos elementos que pueden tener incidencia en la difusión de los mensajes de los fact-checkers, teniendo en cuenta, como salienta Míguez, que "las estrategias que se siguen para la transmisión de bulos no son válidas para los desmentidos, ya que el simple hecho de que tengas que basarte en los datos y en la objetividad condiciona mucho tus posibilidades de viralización".n
