Vigo

Invasión de graffitis y pintadas en Vigo

Dibujos y pintadas llenan la pared de uno de los edificios afectados por este tipo de vandalismo en calle Colombia.
photo_camera Dibujos y pintadas llenan la pared de uno de los edificios afectados por este tipo de vandalismo en calle Colombia.

Pizarro, San Roque y Colombia son las calles que sufren en mayor medida este tipo de problema que afecta a numerosas viviendas, garajes, vallas publicitarias, paredes, bares, restaurantes, y comercios locales
 

Los primeros grafitis y pintadas en las calles de Pizarro, San Roque y Colombia comenzaron tras el cierre del hospital Xeral Cíes en septiembre del año 2015, pero no fue hasta hace tres meses cuando comenzaron a extenderse sin control. A partir de ese momento, los vecinos empezaron a tomarse más en serio el problema. El asunto llegó a las redes sociales gracias a un residente de la calle Colombia que publicó un tweet con una foto de un cartel que informaba sobre la prohibición de hacer grafitis y otras pinturas. En la mayoría de comercios locales, bares y restaurantes de la zona, los vándalos han dejado su firma en vallas metálicas, paredes y cristales. Tampoco se salvan los negocios abandonados, donde su huella es todavía mayor.
A diferencia del colorido y calidad artística de los murales, provocan un rechazo generalizado en los ciudadanos. El presidente de la comunidad de un edificio de la calle Colombia considera  que el Ayuntamiento debería tomar cartas en el asunto y asumir la responsabilidad.
En la Torre Pizarro numerosas firmas y garabatos se acumulan en la parte trasera de su estructura. El problema es todavía mayor en el parque cercano donde los grafitis invaden por completo los muros que lo rodean. En cambio, la zona frontal de la torre, donde se alojan las empresas, está completamente limpia. La mutua Fremap asume la responsabilidad de borrarlas de su fachada, para proteger la imagen de la compañía. 
Las pymes no pueden permitirse la contratación de servicios privados de limpieza, algunas han optado por otras soluciones. Es el caso del Café Bar 80, en la calle Colombia, donde señalan que se han limpiado las pintadas en la entrada del establecimiento: “Estoy harto de que vuelvan a aparecer, que contrate el Ayuntamiento a gente que hay mucha gente en el paro”, reclaman.
Otros ya no ven solución. La responsable de Tintorería Andalucía en la calle San Roque se lamenta: “He pintado mi negocio hace tres años y a los dos meses ya lo tengo lleno de pintadas horribles. ¡Ojalá que alguien me hiciera un mural bonito que los tapara!”
Desde las administraciones ya se han adoptado medidas para intentar poner freno a esta forma de vandalismo. Una de ellas es la reciente modificación de la Lei do Solo, que prohíbe la realización de pintadas y grafitis sancionando a los autores con multas que oscilan entre los 100 y 6.000 euros, en función de la gravedad de las mismas.
En otras calles viguesas como Hernán Cortés, los residentes ya han comenzado a actuar por su cuenta para no depender de la actuación por parte del Ayuntamiento. Para evitar que las pintadas formen parte de las fachadas y garajes de las viviendas, están realizando una aportación extra para el recibo de la comunidad para que las empresas de limpieza se encarguen de borrarlas.

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