Un incidente sin heridos ni desperfectos, más anecdótico que importante, resultó suficiente para dejar en evidencia las carencias de la autovía Vigo-Porriño, que se quedó bloqueada por espacio de casi siete horas al cerrarse un carril, afectando de forma muy importante a la principal entrada a la ciudad, por donde circulan hasta 60.000 vehículos a diario.
Poco después de las 10 de la mañana un camión que subía hacia Puxeiros y que transportaba cerveza tuvo un problema con la carga, que se desplazó hacia un lado, cayendo en gran parte sobre el asfalto. Al parecer, según señalaron desde Tráfico, el problema se habría debido a un movimiento en la plataforma sobre la que iba la mercancía. El punto donde ocurrió el percance es el más famoso de la A-55: el kilómetro 12, tras las curvas de los Molinos, en ascenso, donde se acumulan todo tipo de choques y colisiones y accidentes con víctimas o sólo daños materiales, como recordaba ayer un portavoz de Tráfico.
En el caso de ayer el vertido de parte de su carga parecía que iba a resolverse con rapidez, pero no fue así. Todavía a las cuatro de la tarde continuaba la autovía con un carril menos y el tráfico avanzaba con dificultades. Para la limpieza de la vía ha sido movilizado personal de mantenimiento del Ministerio de Fomento, Bomberos de O Baixo Miño y efectivos del Servicio Local de Emergencias.
Fue el conductor del camión quien, a las 10 horas llamó al 112 Galicia para informar de la situación y solicitar la ayuda de los servicios de emergencias. Minutos más tarde comenzaría el despliegue de medios con la presencia de agentes de Tráfico para organizar la circulación, que en cuestión de minutos comenzó a complicarse, con largas colas hasta Porriño. Además en torno a las cuatro de la tarde se produjo otro accidente que hizo todavía más difícil la circulación en el principal acceso a Vigo.
En los dos últimos ejercicios, la A-55 acumuló cerca de 450 accidentes y unos 600 heridos de distinta consideración, siendo considerada la de mayor siniestralidad de toda la red viaria, aunque no se producen víctimas mortales desde hace más de una década.
La señal luminosa advertía del carril cerrado.
La alternativa tardará al menos 11 años en llegar
La autovía alternativa todavía tardará años en estar disponible. El plan de la actual dirección de Fomento pasa por su tramitación vía Presupuestos del Estado, lo que augura al menos 11 años antes de que pueda construirse. Costará unos 300 millones e irá en parte en túnel entre Mos y O Meixoeiro. El anterior Gobierno había previsto una actuación más rápida, vía plan extraordinario, al margen de los Presupuestos. Fue anulado por el ministro Ábalos.
