nnn El Instituto Español de Oceanografía (IEO) en Vigo cuenta con nuevo director: el vigués Pablo Carrera. Doctor en Biología por la Universidad de A Coruña y vinculado a la institución oceanográfica desde 1992, ha liderado más 20 campañas de investigación y participado en otras tantas. Con una extensa trayectoria profesional, en la que también se encuentra ostentar la dirección del Museo do Mar en los primeros años tras su puesta en marcha, Pablo Carrera toma el testigo de Victoria Besada al frente del IEO en pleno proceso de integración en el CSIC. Actualmente embarcado en el “Ramón Margalef”, el nuevo director del centro vigués regresará a inicios de octubre a Cabo Estai tras estudiar la fuerza de reclutamiento de la sardina en aguas atlánticas.
¿Cómo afronta la dirección del IEO en Vigo tras 28 años vinculado a la institución?
Estas cuestiones se meditan mucho, no caen del cielo (ríe). Con satisfacción y responsabilidad porque estamos en una situación difícil. Se abre una nueva etapa para recuperar el tiempo perdido y prepararnos para los muchos retos que se presentan.
¿Cuales considera que son esos retos más inminentes?
Principalmente el proceso de integración como centro del CSIC. Esto conllevará un gran trabajo administrativo para poder mejorar los mecanismos existentes y seguir llevando a cabo nuestras investigaciones al servicio de la sociedad.
¿Teme que pueda desaparecer esa vertiente del IEO orientada al asesoramiento para la pesca?
Tiene que persistir y vamos a trabajar para ello. También tenemos que mejorar nuestras labores actuales con ese cambio de nuestro esquema administrativo. Es un cambio para un problema grave en la institución. En este tipo de situaciones no escoges la mejor opción, eliges la menos mala. La integración en el CSIC en este caso es como “el mal menor”. Nos dará esa agilidad administrativa y la liquidez que necesitamos y nos estaba afectando en la actividad. Nuestra calidad podrá persistir si se cumple el compromiso con el que nació el IEO.
La incorporación en el CSIC ha generado ciertas divisiones en el el IEO, ¿considera que podrán revertir esta situación?
Fácil no es nada y hay muchos condicionantes. Tenemos que llegar con el compromiso de ilusionar al personal con el futuro que viene. Es algo incierto y novedoso, pero aunando esfuerzos y con una buena comunicación lo veo posible.
¿En algún momento se imagino que podría llegar a dirigir el IEO en Vigo?
No me lo había planteado nunca . Es de estas cosas que te proponen una vez en la vida y realmente no enfocas tu futuro en base a esto. Por mi experiencia en las campañas de investigación contaba con ciertas responsabilidades en las que poner en práctica mi capacidad de gestión. Además, estar al frente del Museo do Mar durante nueve años ha sido un granito de arena importante en cuanto a la gestión de un organismo.
Actualmente sigue embarcado en el “Ramón Margalef”y en octubre regresará a tierra. ¿Qué espera de estos últimos meses del año?
Estamos preparando la actividad para 2021 con los cambios por la integración en el CSIC efectiva desde el 1 de enero. Tenemos que aprovechar los conocimientos del CSIC, aportar y aprender. El Covid paralizó las campañas pero estamos volviendo a la normalidad.n
¿Cómo afronta la dirección del IEO en Vigo tras 28 años vinculado a la institución?
Estas cuestiones se meditan mucho, no caen del cielo (ríe). Con satisfacción y responsabilidad porque estamos en una situación difícil. Se abre una nueva etapa para recuperar el tiempo perdido y prepararnos para los muchos retos que se presentan.
¿Cuales considera que son esos retos más inminentes?
Principalmente el proceso de integración como centro del CSIC. Esto conllevará un gran trabajo administrativo para poder mejorar los mecanismos existentes y seguir llevando a cabo nuestras investigaciones al servicio de la sociedad.
¿Teme que pueda desaparecer esa vertiente del IEO orientada al asesoramiento para la pesca?
Tiene que persistir y vamos a trabajar para ello. También tenemos que mejorar nuestras labores actuales con ese cambio de nuestro esquema administrativo. Es un cambio para un problema grave en la institución. En este tipo de situaciones no escoges la mejor opción, eliges la menos mala. La integración en el CSIC en este caso es como “el mal menor”. Nos dará esa agilidad administrativa y la liquidez que necesitamos y nos estaba afectando en la actividad. Nuestra calidad podrá persistir si se cumple el compromiso con el que nació el IEO.
La incorporación en el CSIC ha generado ciertas divisiones en el el IEO, ¿considera que podrán revertir esta situación?
Fácil no es nada y hay muchos condicionantes. Tenemos que llegar con el compromiso de ilusionar al personal con el futuro que viene. Es algo incierto y novedoso, pero aunando esfuerzos y con una buena comunicación lo veo posible.
¿En algún momento se imagino que podría llegar a dirigir el IEO en Vigo?
No me lo había planteado nunca . Es de estas cosas que te proponen una vez en la vida y realmente no enfocas tu futuro en base a esto. Por mi experiencia en las campañas de investigación contaba con ciertas responsabilidades en las que poner en práctica mi capacidad de gestión. Además, estar al frente del Museo do Mar durante nueve años ha sido un granito de arena importante en cuanto a la gestión de un organismo.
Actualmente sigue embarcado en el “Ramón Margalef”y en octubre regresará a tierra. ¿Qué espera de estos últimos meses del año?
Estamos preparando la actividad para 2021 con los cambios por la integración en el CSIC efectiva desde el 1 de enero. Tenemos que aprovechar los conocimientos del CSIC, aportar y aprender. El Covid paralizó las campañas pero estamos volviendo a la normalidad.n
