Ramón Patiño Gómez, uno de los mayores conocedores de los secretos de las aguas viguesas, publicó “El corso en la Ría de Vigo y en las islas gallegas (XVI-XVII)”, su último libro del que habló para los lectores de Atlántico. Lo presentará el próximo jueves, en un acto organizado por el Instituto de Estudios Vigueses, tendrá lugar a las 19.30 horas en el Edificio Redeiras, en O Berbés.
En su estudio incorpora nueva documentación sobre los corsarios, ¿cuáles son las fuentes?
Es la recogida de manuscritos entre los siglos XVI y XVII, del periodo marcado por la llegada de la carabela “La Pinta” a Baiona con la noticia del descubrimiento de América y la Batalla de Rande, 200 años donde Vigo consiguió un papel hegemónico en el comercio naval del reino. Uno de los pilares de este crecimiento fue la preferencia del puerto vigués frente al de Baiona por los barcos llegados de América, Portugal y el norte de Europa. Provocó la proliferación de corsarios que llegaban para beneficiarse. Soy un enamorado de los manuscritos antiguos y en cada investigación escribía fichas de temas interesantes que encontraba, hasta que me hice con un buen manojo y lo mejor es divulgarlo.
¿Entraban los corsarios en el puerto?
Llegó a haber un montón de corsarios, desde berberiscos del norte de África que hacían campañas anuales, a los ingleses y sobre todo los franceses. Fondeaban buscando la protección en el frente costero que iba desde la playa de Areal hasta A Guía, fuera de la villa y lejos del control de aduanas. Venían a divertirse a Vigo y por la noche volvían al barco. Hay una anécdota de una tripulación que de regreso a A Guía robaron un cerdo de una casa y lo asaron en la embarcación; al día siguiente los propietarios se quejaron ante las autoridades que pidieron explicaciones abordo, finalmente tuvieron que indemnizar a los vecinos.
¿Era entonces habitual ver corsarios de distintas nacionalidades por Vigo?
Los más numerosos eran los franceses, hasta el punto de que en 1668 dominaban la Ría. Un corsario llegó a proponerle a Luis XIV que canjear con la Corona española territorios franceses en Flandes por la Ría de Vigo. No se materializó, pero se llegó a discutir y hubo posibilidades de que acabase bajo dominio francés con la muerte de Carlos II y su sucesor Felipe V.
Pero también hubo corsarios vigueses como Buenaventura Marcó del Pont.
Sí, pero de menor entidad, los propios franceses acabaron con los corsarios gallegos. Eran la competencia, hay documentos que recogen como una tripulación se abastece de agua y al poco su barco es hundido.
No hay mucha diferencia con los piratas.
Tenemos una imagen enviciada por el cine de los piratas. El corsario tenía permiso de su Gobierno para abordar otros barcos, era medio legales. Podían bajar a puerto para vender las mercancías de sus botines, en Vigo había delegados de sus países que también los conseguían los víveres. Los piratas eran ladrones, clandestinos, no podían vender lo robado y si algo salía mal, llevaban la peor parte.
¿Por qué decayeron en el siglo XVIII?
Las armadas de los países fueron progresando y se hicieron más efectivas, al igual que las defensas desde tierra, los cañones de Vigo ya alcanzaban la Ría. Ya no se permitían los fondeos, que en esa época se adentraban más, hacía San Simón donde había aldeas sin fortificar.
¿Cuántos pecios de corsarios hay en la Ría?
Yo localicé entre 15 y 20 restos que podrían pertenecer a pecios, pero no se puede trabajar en ellos porque coinciden con la zona bateeira.
