La segunda fase de las rampas mecánicas de la Gran Vía se ha estrenado esta mañana, permitiendo recorrer ya todo el trayecto entre Urzaiz y la Plaza de España. El alcalde Abel Caballero se encargó de pulsar el botón que puso en marcha las cintas y realizó el primer recorrido entre el cruce con Venezuela y el nuevo 'Pezseto' situado al final de este tramo acompañado de todos sus tenientes de alcalde: Carmela Silva, Javier Pardo, Elena Espinosa y María José Caride, así como del delegado de la Zona Franca, David Regades.
Caballero destacó que estas rampas permiten salvar una pendiente de cerca del 9%, con lo que “esta calle ya no la dejarían hacer a día de hoy por las nuevas normas de urbanismo” pero que ahora con estas rampas “la hicimos llanas”. El presupuesto de esta segunda fase de las rampas, que tienen capacidad para transportar a 7.300 personas cada hora, se eleva por encima de los 4,2 millones de euros de los que más de tres son financiados por el Gobierno con fondos europeos y el coste total de las dos fases de la obra, que abarca más de medio kilómetro, asciende a los 9,7 millones.
Las rampas cuentan con un tramo de pavimentación capaz de generar energía a través de las pisadas de los viandantes, y tienen un sistema de ahorro energético “stop-slow-fast” para que cuando no estén en uso vayan despacio y reduzcan el gasto. Además, el suelo bajo el Pez Seto cuenta con una pantalla interactiva que simula el mar, con unos peces que se mueven y escapan en cuanto se acercan los peatones.
