CARLOS RODRÍGUEZ PASCUAL Jefe de Geriatría del Complejo Hospitalario Vigués

“La forma de trabajar con las residencias rompió barreras, la colaboración seguirá”

El jefe de Geriatría vigués, Carlos Rodríguez Pascual.
photo_camera El jefe de Geriatría vigués, Carlos Rodríguez Pascual.

 La sanidad pública viguesa se volcó desde finales de marzo con las residencias de mayores y con otros centros sociosanitarios para hacer un seguimiento de los casos de coronavirus que se estaban produciendo y para coordinar los traslados al hospital. En Vigo además con medidas como la intervención de DomusVi (Barreiro y Cangas) y la creación de un centro libre de virus en Patos. La vigilancia de las residencias (en el área viguesa son 71 centros y 4.378 residentes) se va a mantener con un equipo de referencia en el hospital y también en cada centro de salud, y con pruebas PCR periódicas. El geriatra Carlos Rodríguez coordinó desde el primer momento el equipo Covid Residencias del Complejo Vigués, al que se sumaron otros servicios hospitalarios, Povisa y Primaria.

¿Qué balance haría del trabajo con las residencias?
Fue un trabajo bastante duro, estresante, pero globalmente muy satisfactorio. Estamos aprendiendo mucho. Esta forma de trabajar ha roto barreras entre el medio residencial y el medio hospitalario, y entre distintos servicios y especialidades. Trabajamos todos a una.

Llegaron a tener más de 80 trabajadores sanitarios desplegados en estos centros. ¿Qué cambió con su llegada?
El gran cambio que hubo fue la atención sanitaria de estos pacientes, administramos tratamientos que habitualmente no se pueden hacer en las residencias, y la coordinación con el hospital. Era más fluido y directo. Con frecuencia hacíamos una valoración directa de los pacientes en colaboración con el personal que trabajaba allí.

¿Cómo recibieron al personal sanitario en estos centros?
Todas las personas que trabajaban en las residencias estaban absolutamente dedicadas, emocionalmente muy unidos a los residentes y vivieron esto con ansiedad y preocupación. Fue muy bien recibido. Fueron momentos muy difíciles para enfermeras, médicos y directores de las residencias, sobre todo los que tenían brotes graves.

¿Debería cambiar el modelo de las residencias de mayores?
Se ha puesto de manifiesto que estas personas no tienen necesidades residenciales solamente. Son personas con una gran complejidad desde el punto de vista de la salud, con bastantes enfermedades acumuladas y evolucionadas y con necesidades de asistencia sanitaria. El cornavirus produce situaciones de alta complejidad y gravedad, pero también ha habido casos más leves y casos en los que pudimos ayudar en otro tipo de problemas. El concepto de medio residencial hotelero no es suficiente, es evidente que está muy alejado de la realidad. Es el cambio que a lo mejor podemos ver.

¿Porqué hubo tantos contagios?
Se mezclan varios factores: la vulnerabilidad de los pacientes, la facilidad de la transmisión, el ambiente cerrado y su  incapacidad de respuesta a la infección.
¿La crisis mostró que hacen falta más geriatras?
No hace falta una crisis para eso, pero nos ha dado más visibilidad. Estos pacientes, independientemente del coronavirus se benerician de una coordinación entre la Geriatría, Atención Primaria y el medio residencial.

¿Cuándo se irá el personal del Sergas de las residencias?
Los casos han disminuido mucho, los pacientes que han sobrevivido están resolviendo su infección. Están mucho más tranquilos, con menos necesidad de personal y de tratamientos invasivos. Estamos  en fase de reactivación, lo haremos progresivamente. Si los pacientes están estabilizados y no necesitan tratamiento 24 horas al día iremos retirando personal del Sergas, pero seguirá la coordinación entre los servicios sociales y sanitarios. No será tan estrecha como la que hemos tenido en esta crisis, pero sí que hace falta.

¿Es por si hay rebrotes?
Eso especialmente, tenemos un ojo en el pacietne y un ojo en el futuro, constantemente vigilantes. Estamos planificando como mantener la capacidad de reacción ante nuevas crisis. Ese desescalado progresivo tiene que contemplar también que pueda haber un reescalado, una nueva activación de todos los dispositivos. Aparte de esto,  de  fondo tiene que haber una coordinación entre servicios sanitarios (de Atención Primaria y Atención Hospitalaria) y el medio residencial. Las residencias son los domicilios de estas personas y su estado de salud es más delicado, tengamso emergencia sanitaria u otro tipo de epidemias.

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