La detención el pasado fin de semana en Vigo de un vecino de Poio ha dado lugar a la apertura de una investigación por parte del Juzgado de Instrucción número 2 después de que la Policía hallara ocultos en su vehículo 38.000 euros en efectivo.
Los hechos tuvieron lugar sobre las dos de la madrugada del domingo, cuando agentes de paisano del Grupo Operativo de Respuesta (GOR) de la Policía Nacional detectara la presencia de un vehículo cuyo conductor hacía entrega de un sobre a otro individuo. Al ser identificado, se comprobó que el conductor era de Poio, por lo que se había saltado el cierre perimetral y también el toque de queda. Las explicaciones aportadas a la Policía no pudieron ser corroboradas con documentación por lo que levantó las sospechas de los agentes, que revisaron el coche hallando en su interior, además de una pequeña cantidad de hachís y marihuana, el dinero en efectivo.
El hombre había afirmado que su mujer tenía una empresa y que él, sin relación contractual con la misma, estaba ayudando realizando unos pagos pendientes. Al no poder demostrar la procedencia del dinero y tras las comprobaciones policiales sobre la citada empresa fue detenido, pasando a disposición judicial a última hora de la mañana del lunes. Fuentes judiciales confirmaron que el detenido se acogió a su derecho a no declarar y quedó en libertad a la espera de nuevas diligencias de investigación sobre un delito que todavía está por especificar.
Ahora, se trata de averiguar la procedencia de dicho dinero así como la posible vinculación del investigado a la empresa de construcción e instalaciones eléctricasde la que es administradora única su mujer, quien, según fuentes de la investigación, trabajaría de empleada de otra empresa de limpieza, lo que habría generado dudas a la Policía.
Demandas de operarios enviados a Alemania
La constructora cuya vinculación con el detenido está tratando de esclarecer el juzgado y de la que sería administradora su mujer estuvo involucrada recientemente en una polémica después de que 14 operarios contratados para ir a Alemania denunciaran públicamente haber sido ‘abandonados’, una situación que fue recogida incluso en la prensa alemana. Fuentes de la CIG, el sindicato que arropó a los trabajadores, aseguraron que cada uno de los afectados interpondrá una demanda contra la empresa de forma inminente por incumplimiento de las condiciones pactadas y afirmaron que el investigado es que el que tomaba las decisiones.
