El arrestado, que ingresó en prisión, no logró llevarse más que el dinero de los empleados al no haber efectivo en la oficina
n n n En abril fue detenido por atracar un banco y un supermercado y quedó en libertad provisional. Un mes después, volvía a actuar con tres asaltos, uno de ellos a la Caixa Geral en Policarpo Sanz, en sólo 13 días y, aunque en esa ocasión ingresó en prisión, la Policía volvió a detectar su presencia en las calles de Vigo esta misma semana. Se trata de un individuo de 35 años y natural de Cangas, con 42 antecedentes a sus espaldas. Su presencia el martes por la zona del Berbés, levantó sospechas a los agentes, que decidieron seguirle. El individuo, según informaron fuentes policiales, se introdujo en una oficina bancaria de la calle San Francisco, y desde el exterior los agentes vieron cómo metía una mano dentro de la chaqueta e indicaba a los empleados que se echasen a un lado.
Las declaraciones posteriores de las víctimas revelaron que el detenido les exigió que abrieran las cajas fuertes y le entregasen el dinero que había en el interior. Pensó que era una entidad al uso, pero no lo era. Los empleados le explicaron que se trataba de una oficina para clientes en la cual no se trabaja con dinero en efectivo.
El atracador entonces comenzó a abrir diversas puertas y armarios, así como las cajas de seguridad, y al comprobar que apenas había un mínimo fondo de maniobra ordenó a los empleados que vaciasen sus bolsos, bolsillos y carteras y le entregasen todas sus pertenencias.
Tras recogerlas, salió del banco para huir, pero allí le interceptaron los dos agentes que habían visto toda la escena.
El hombre, una vez trasladado a Comisaría donde se comprobó la multitud de antecedentes por hechos similares, pasaba a disposición del juzgado de Instrucción número 6 en funciones de guardia que ayer dictó su ingreso en prisión provisional , comunicada y sin fianza, informaron fuentes del TSXG.n
Las declaraciones posteriores de las víctimas revelaron que el detenido les exigió que abrieran las cajas fuertes y le entregasen el dinero que había en el interior. Pensó que era una entidad al uso, pero no lo era. Los empleados le explicaron que se trataba de una oficina para clientes en la cual no se trabaja con dinero en efectivo.
El atracador entonces comenzó a abrir diversas puertas y armarios, así como las cajas de seguridad, y al comprobar que apenas había un mínimo fondo de maniobra ordenó a los empleados que vaciasen sus bolsos, bolsillos y carteras y le entregasen todas sus pertenencias.
Tras recogerlas, salió del banco para huir, pero allí le interceptaron los dos agentes que habían visto toda la escena.
El hombre, una vez trasladado a Comisaría donde se comprobó la multitud de antecedentes por hechos similares, pasaba a disposición del juzgado de Instrucción número 6 en funciones de guardia que ayer dictó su ingreso en prisión provisional , comunicada y sin fianza, informaron fuentes del TSXG.n