Comercio

Despedidas y bienvenidas de locales en el centro histórico de Vigo

El ultramarinos Frutas Vigo y la tienda de regalos Matiz Vigo se despidieron así de sus clientes.
photo_camera El ultramarinos Frutas Vigo y la tienda de regalos Matiz Vigo se despidieron así de sus clientes.
Una heladería abrió recientemente en uno de los edificios de A Pedra que un juzgado evitó que se demoliesen y un ultramarinos de 30 años de historia cerró sus puertas para siempre

El Casco Vello de Vigo y sus alrededores viven un momento de cambio permanente. Si bien hasta hace dos años el entorno de Porta do Sol estaba repleto de vallas por las obras de peatonalización y desde entonces no ha habido grandes actuaciones en este sentido, la zona todavía no ha recuperado la estabilidad en lo que se refiere a la presencia de locales en los bajos comerciales. Solamente en Elduayen –todavía afectada por las obras del túnel, que continúan– han cerrado en los últimos meses dos comercios.

Uno de ellos, la pastelería El Buen Gusto, la más antigua de Vigo y que estuvo a punto de desaparecer en la pandemia por la jubilación de sus dueños y que, en el último momento, cayó en manos de Luigi Dutto, quien tomó la decisión de cerrar a principios del pasado mes. En su lugar abrirá una ‘boutique’ pastelera que ya tiene un local en la calle Pi y Margall.

Donde de momento no habrá relevo es en el ultramarinos ‘Frutas Vigo’, unos metros más abajo que esta pastelería en la calle Elduayen y que la semana pasada se despedía de sus clientes para no volver a abrir. Su dueña no sólo lo hace para disfrutar de la jubilación, sino también porque esta calle todavía no ha recuperado el tirón que tenía antes de empezar las obras en el entorno de Porta do Sol.

La nueva heladería, en plena plaza de A Pedra.
La nueva heladería, en plena plaza de A Pedra.

En la otra cara de la moneda, en A Pedra dieron la bienvenida hace pocas semanas a un nuevo local, en este caso la heladería Varicci (que ya cuenta con otro local en Castrelos). Como curiosidad, lo hizo en el bajo de uno de los edificios cuyo derribo fue paralizado por el juzgado después de que el Concello presentara un proyecto de centro social en la zona de enfrente de la Basílica.

Así, la zona del centro histórico todavía continúa perdiendo locales a pesar de su tirón turístico –la tienda de regalos MatizVigo, con 28 años de historia en Teófilo Llorente, cerró no hace mucho–, pero en el lado positivo, aunque no con el mismo ritmo, se incorporan poco a poco nuevos negocios con perspectivas frescas para revitalizar una de las zonas más emblemáticas de Vigo por la que cada año pasan miles de turistas.

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