Episodios vigueses

Aquella broma y recuerdo de Chano Piñeiro

Chano Piñeiro dirigiendo "Sempre Xonxa" en la Estación Marítima de Vigo.
photo_camera Chano Piñeiro dirigiendo "Sempre Xonxa" en la Estación Marítima de Vigo.

Acabo de encontrarme, revolviendo viejos papeles, con la más original dedicatoria que jamás me hicieran en la vida. La firma el cineasta Chano Piñeiro y dice: “A Fernando Ramos, actor de carácter, pendiente de su oportunidad”. Era una respuesta ingeniosa y generosa a un comentario que yo le hiciera a propósito de mi experiencia sobre las tablas, por cuanto en mi juventud hice teatro juvenil, y hasta llegué a actuar el Castrelos, dentro de los Festivales de España, con la obra “Doandieu” y el teatro Valle Inclán de Ourense, que, en 1966, ganáramos el Certamen Nacional de Teatro Juvenil. No sé yo si con el tiempo, Chano me hubiera dado esa oportunidad. Sobre todo, un cameo si llevaba a cabo su proyecto de hacer una gran epopeya sobre la rebelión Irmadiña. O sea, que su prematura muerte se llevó mi oportunidad.

Luciano Manuel Piñeiro Martínez, más conocido como Chano Piñeiro nos dejó a los 41 años, el 21 de marzo de 1995, pero su obra sigue teniendo plena vigencia y estos días, en que tanto se habla de cine, uno se pregunta cuánto hubiera aportado el séptimo arte dada su trayectoria. En Vigo se lo recuerda especialmente, pero de vez en cuando debería volverse sobre su obra. Tuve la suerte de tener muchas conversaciones con él, sobre todo, sobre las posibilidades cinematográficas de la historia de Galicia. En ese sentido, bromeábamos sobre la posibilidad de incorporar, como se hicieran en Cataluña, en otros casos, a personajes de la vida cultural, social y política como personajes de esa gran epopeya, y de ahí su broma conmigo. En ese sentido apuntaba que José Manuel Beiras o el mismo Manolo Soto serían dos excelentes candidatos a aparecer en pantalla, ya fuera brevemente.

Uno de los más impresionantes recuerdos de su personalidad es que, pese a su demacrado aspecto por el avance de la enfermedad que se lo llevó, nunca perdiera la sonrisa, el humor, la retranca y la perspectiva de nuevos proyectos. No sé si esos apuntes los conserva su familia ni si habrá nadie capaz de llevarlos a la práctica. Desde aquella “Sempre Xonxa”, primer largometraje totalmente en gallego y rodado íntegramente en Galicia, excepto algunas escenas hechas en Las Médulas (León), sigue siendo una película renovadora, fresca, actual, impresionante. Curiosamente, para algunos críticos, sin restarle importancia a este filme, ponderan por su carácter simbólico su cortometraje “Mamasunción”, por ser una conmovedora historia de una anciana que espera pacientemente la carta de su hijo emigrado, considerada un símbolo del cine costumbrista en Galicia, como lo prueban los diversos reconocimientos que recibió a todos los niveles.

Chano era, y lo pude comprobar, hombre de conversación amena y pluma fácil, escribió durante un tiempo en la prensa local una colección de breves y brillantes artículos, recogidos más tarde en un libro titulado ``Conversas co vento''. Soportó con paciencia y humor una grave enfermedad digestiva, que se agravó en los últimos años de su vida. El periodista Angel Vence escribió sobre él que se asemejaba a un personaje cunqueriano, con una imaginación desbordante y alegre que superaba la realidad del entorno. Escritor y guionista de su propia filmografía, fue considerado un completo intelectual por el demostrado repertorio de saberes en los que se desenvolvía, aunque fuera el cine lo que más popularidad le debía. Recuerdo que, al conocer su fallecimiento, el Concejal de Cultura del Ayuntamiento de Vigo, Francisco Santomé‚ Otero, presentó una moción al pleno de la Corporación, con la propuesta de que se le dedicara una calle. En la exposición de motivos argumentara: ``Hay gente que va por la vida ensalzando la condición humana, y casi siempre, con mucho pesar. La Tierra entró en nosotros sin ruido ni violencia, con la suavidad de un sueño, porque el sueño quiere revivirla, todos tenemos que disfrutar de la cercanía de las estrellas. Lo hizo tan bien que explica nuestra resistencia a cualquiera que intente quitárnoslo. Al igual que los deseos más profundos, Chano, nuestro y como seguirá siendo hasta donde la memoria lo permita”. Se fue discretamente, hasta que, tras su temprano fallecimiento no hubo ceremonia fúnebre, salvo la despedida más íntima y familiar.

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