El área sanitaria de Vigo produce más de 3.100 toneladas de residuos al año

Los contenedores y bolsas de residuos hospitalarios tienen su propio código de colores y no coinciden con los que se emplean en la ciudad. Por ejemplo los azules son para citostáticos, un residuo peligroso que se incinera.
photo_camera Los contenedores y bolsas de residuos hospitalarios tienen su propio código de colores y no coinciden con los que se emplean en la ciudad. Por ejemplo los azules son para citostáticos, un residuo peligroso que se incinera.
El 90% de los contenedores se reutilizan, reducen el plástico en la diálisis y los restos de la cocina van a compostaje

El área sanitaria de Vigo genera más de 3.100 toneladas de residuos al año y su tratamiento tiene un coste de 700.000 euros. 

Si en cualquier domicilio es posible que haya varios contenedores para separar materia órganica, plásticos y papeles, en el mundo sanitario son muchos más y de distintos colores porque existe una amplia variedad de residuos que se deben separar en origen y que se clasifican en dos grandes bloques: los peligrosos y los no peligrosos.  El conjunto de residuos peligrosos (biocontaminados, citostáticos y químicos) representan el 14% de toda la “basura” sanitaria y, sin embargo, el coste destinado a su tratamiento es más alto: 471.872 euros. La gestión de los residuos de tipo 1 y 2 (domésticos y no domésticos) costó el año pasado 242.000 euros. 

Son más de 300 unidades de consumo, contando los tres hospitales (Cunqueiro, Meixoeiro y Nicolás Peña) y los centros de salud. Cada uno tiene sus bolsas y contenedores, en función del residuo que produzcan. Una vez llenas, el servicio de limpieza los recoge y los lleva al muelle de carga para que las distintas empresas contratadas se los lleven.

El área técnica que se ocupa de los residuos tiene entre sus objetivos el cuidado del medioambiente y con esta filosofía impulsa múltiples proyectos que faciliten la separación de los residuos en origen en cada unidad, el reciclaje del plástico, papel, madera o restos orgánicos, o también la reutilización de los contenedores de residuos biocontaminados que antes de 2022 eran de usar y tirar y ahora pasan por un proceso de higienización. En relación con esto último, explican que la empresa que gestiona los residuos biocontaminados los esteriliza, los inertiza y los convierte finalmente en residuo urbano, mientas que los contenedores que utilizan también se higienizan para su reutilización con una vida útil de 8 o 10 años. Dentro de los residuos peligrosos, los citostáticos, que son sobre todo restos de tratamientos oncológicos, son los únicos que se incineran con el contenedor incluido. De los 440.000 kilos de residuos peligrosos que se generan al año, 328.000 son biocontaminados, 33.800 citostáticos (se generan mayoritariamente en el Cunqueiro) y 78.000 residuos químicos.

El área viguesa impulsa otros proyectos relacionados con el respeto al medioambiente. Uno de ellos es la posibilidad de envasar la lencería de otra forma, según indica Ana Neira, jefa de servicios generales. Los centros utilizan 3,2 toneladas de ropa al año, que sale de la lavandería en bolsas de plástico.  Sin embargo, muchas unidades no necesitarían esta medida (se mantendría en quirófanos, áreas con pacientes inmunodeprimidos, etc) y les bastaría con un “flejado”, es decir, la ropa iría atada con cintas y en carros cerrados. También han sustituido batas de usar y tirar por batas de tela en muchos servicios. Los epis exigieron muchos contenedores en pandemia y eran dfíciles de conseguir por falta de suministro a nivel mundial, pero desde abril de 2022 se normalizó.

Cunqueiro y Meixoeiro tienen su compactadora de basura

El Complejo Hospitalario de Vigo cuenta desde hace años con dos compactadoras de basura, una que está en el muelle de carga del Cunqueiro y otra en el Meixoeiro, incluidas en el contrato con el gestor. Son necesarias para reducir el volumen de residuos urbanos y facilitar la losgística, porque “minimizan la necesidad de transporte y de almacemaje intermedio”, explica el subdirector de Recursos Económicos, Ernesto Tapia. El camión de la basura sale todos los días en el Cunqueiro poruqe genera cuatro veces más residuos que el Meixoeiro y lo hace a primera hora de la mañana. En otra zona está el almacén de los residuos peligrosos que son recogidos por otra empresa.

En Nefrología se redujo el uso del plástico, 4.000 kilos menos

Además de reciclar, intentan minimizar el uso de los plásticos. El Cunqueiro logró eliminar el uso de 4.000 kilos de plásticos al año en el servicio de Nefrología, en concreto en el Hospital de Día donde se lleva a cabo la diálisis, gracias a una iniciativa que comenzó hace dos años. La diálisis  implica unas 16.000 sesiones al año y exigía usar bolsas de cinco litros para cada paciente. El Cunqueiro apostó por sustituirlas por una central con dos depósitos de 300 litros cada uno (son dos porque cuando se vacía un depósito empieza a funcionar el segundo y mientras se llena de nuevo el primero). El tratamiento llega por un circuito al sillón de cada paciente. Esto permitió dejar de consumir 4.000 kilos de plástico. Sin embargo, siguen almacenando las bolsas de pequeño tamaño, que se van renovando, por si surge alguna incidencia, pero hasta la fecha nunca pasó nada. Por otro lado, además de usar menos plásticos también se redujo el volumen de residuos peligrosos, porque el líquido sobrante de las bolsas de cinco litros también se tenían que tratar.

El reciclaje del plástico no para de crecer en el área, con 117.619 kilos el año pasado, diez veces más que hace un lustro.

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